El paciente, de Juan Gómez-Jurado

Publicado el 18 junio 2014 por Meg @CazaEstrellas
Es prácticamente imposible no conocer esta novela como consecuencia del "boom" mediático del que ha sido objeto. Confieso que me dejé llevar por la curiosidad y las opiniones que iba leyendo. El destino quiso que el autor visitara mi ciudad, así que asistí a la presentación del libro. Allí tuve la oportunidad de conocer a un autor muy amable y comunicativo con sus lectores. Conforme más iba hablando, más claro tenía que leería su novela. 
El momento clave tuvo lugar cuando Juan Gómez comentó que, tras terminar de escribir la historia, había necesitado centrarse y volver a la realidad, pues su implicación emocional con el protagonista era tal, que quedó en cierto modo "afectado". Y claro, llegados a este punto, yo tenía que leer este libro sí o sí.
En definitiva, la combinación de estos factores, y alguno que otro más, hizo que me acercara a esta lectura con muchas ganas, con pura predisposición a su gozo y disfrute, y a veces, en estos casos, pasa lo que pasa...
"El paciente" cuenta la historia de David Evans, un afamado doctor cuya hija secuestran, obligándolo a enfrentarse a el dilema moral de salvarla o ceder al chantaje y dejar morir a su paciente en la mesa de operación. Su paciente, por si alguien no lo sabe todavía, es el presidente de los Estados Unidos. El protagonista, narrador en primera persona, nos cuenta ya en la primera página que se encuentra en el corredor de la muerte y que un jurado lo declaró culpable. Se supone que a partir de aquí uno ya no puede dejar de leer deseando conocer qué ha sucedido, pero no ha sido mi caso.
Lo cierto es que es una historia que me ha resultado entretenida, muy visual (demasiado explícita en algunos momentos). LLegué a dudar sobre si estaba leyendo un libro o viendo una película; estamos ante una novela indudablemente guionizada y orientada a su adaptación cinematográfica americana (objetivo conseguido, según nos contó el autor). Sin embargo, en ningún momento me ha resultado adictiva, seguramente por dos motivos, a saber: porque la alternancia de los capítulos dedicados a David con los dedicados a Kate (su cuñada) ha impedido que se mantuviera el ritmo supuestamente trepidante de las 63 horas en las que suceden los hechos, y porque no he terminado de acostumbrarme a  la combinación de la narración en primera persona del protagonista con la narración en tercera cuando se habla de Kate.
Por otro lado, hay detalles que han hecho que no me parezca creíble lo que leía:
 *No puedo imaginar a un neurocirujano de prestigio y de clase alta informando  al presidente de su país (sin tener ningún tipo de trato previo con él) sobre su operación en términos tales como " Eso aumentará las posibilidades de que se reproduzca antes. O de que en el proceso le convierta a usted en una versión color canela de una lechuga" (como el Dr. House, pero sin serlo).
* Tampoco puedo creer que, en un momento de máxima tensión y dramatismo entre David y Kate, el primero sienta que tiene la boca pastosa y acetona en el aliento, por lo que procede a respirar por la nariz hasta que ella retrocede, pues estaba demasiado cerca. Si se trataba de dar otro tono a la historia, yo no he sabido percibirlo.
 Otro elemento que no me ha convencido es que no llegamos a saber quién ha contrado al malo-malísimo, el Sr White, para chantajear al Dr Evans. Para saber más sobre él debes dejar un comentario sobre el libro en Amazon o contactar con el autor para que te lo envíe... 
Por último, algo que no solamente no me ha gustado, sino que me ha molestado, es que el autor se valga del protagonista para reivindicar el rechazo a la posible descarga ilegal del libro. A mí, que me ha picado la curiosidad, que he tenido interés y he pagado cerca de 22 € por la novela, me molesta leer eso en boca de un personaje, cuando hay otras  opciones para hacerlo.

Os aseguro que me habría encantado disfrutar de esta historia tanto como muchos lo habéis hecho. Soy consciente de que su éxito es rotundo, no hay más que ver las ventas, su próxima adaptación al cine, las opiniones mayoritarias, su aceptación fuera de nuestro país, pero no ha podido ser.
 No obstante, a modo de nota claratoria final, como he dicho en muchas ocasiones, esto es una opinión subjetiva de una mera aficionada a la lectura que comparte sus impresiones con otros muchos. Son valoraciones de una lectora total y absolutamente profana en las artes profesionales de la crítica literaria,  sin pretensión alguna al respecto, pues, de lo contrario, no le habría puesto a mi blog un nombre de carácter ciertamente "bucólico" con tintes algo ñoños, ni habría plantado en la cabecera una simpática muñeca cuyas porciones terminales de las extremidades inferiores son inexistentes (que no tiene pies, vamos).