Para el médico se inicia una desesperada cuenta atrás.
"Todos ustedes creen conocerme. Se equivocan. Llevo ya mil ochocientos veintitrés días, once horas y doce minutos en el corredor de la muerte. De ese tiempo he dedicado cada segundo que he pasado despierto a reflexionar sobre los hechos que me han traído aquí. Y no cambiaría ni uno solo de mis actos. (...) No soy un santo, ni un mártir, ni un terrorista, ni un loco, ni un asesino. Los nombres por los que creen conocerme están equivocados."
Un novelón en el que Juan Gómez-Jurado te engancha desde la primera página. Genial, excepto el final, demasiado brusco y tramposo. Aún así me ha encantado.