Si algo ha desangrado desde siempre a la humanidad es la guerra, la violencia en todas sus formas ha degenerado a miles de espíritus humanos, sin embargo hay que hable del extremo opuesto, el pacifismo, este quizás promueve buenas intenciones, y sin duda es necesario en muchos aspectos de la sociedad, pero sin embargo como todo cuando llega al extremo es también perjudicial, ¿porque?, debido a que el pacifismo radical muchas veces termina siendo la puerta hacia la sumisión de muchos ante unos pocos no pacifistas.Miles de sociedades han caído miles de veces en las manos de los peores tiranos jamás conocidos, gracias a algunos pacifistas que pudiendo haberlos detenido en su momento, no hicieron nada por no alterar el orden, ignorando que es mejor una libertad aun que requiera correr peligros a una pacífica esclavitud, no todo lo pacifico es bueno, si el pacifismo trae esclavitud y represión, no es la alternativa.El mundo no siempre será paz y amor, el mundo dará éxito a quienes luchan por sus sueños, mas no a quienes temen de entrar en acción, lograr el equilibrio es una virtud indispensable para una sociedad prospera o para una persona íntegra, es malo ser el ser más violento de todos pero es igual de malo ser el ser más sumiso ante los demás seres.La verdadera paz que necesitan nuestras sociedades es la que promueve la libertad, la que promueve el respeto, la que permite la expansión del conocimiento; Mas no la paz que llega por medio de la intimidación, del miedo, de la sumisión, de la arrogancia y negligencia de unos pocos, esta última es la paz que se logra muchas veces cuando muchos pacifistas evitan defenderse de personas esclavas y enfermas por el poder.
La Paz es la meta de todo ser, eso no se discute, juzgar el pacifismo extremo, no es odiar a la paz, simplemente es hacer una reflexión, sobre la importancia del equilibrio, del no sacrificar la libertad y la autonomía a cambio de una paz de sumisión, del respetar pero también hacer valer el respeto hacia nosotros, del no dejar a un lado el principio de la legitima defensa, de ser humilde mas no dejar que otros nos pisoteen, de recordar que "buenas intenciones" como el pacifismo muchas veces son el camino hacia el infierno cuando se van a los extremos.