EL PADILLISMO (Crónica 3ª abono Feria de Málaga)

Por Malaka

Málaga, 12 de Agosto 2012
3ª de abono. Media Plaza

6 toros de “El Torero”, el sexto como sobrero. Desiguales. (1º, 2º, 3º, y 5º correctos de presentación. 4º y 6º bis impresentables). Faltos de fuerza; descastados.

JUAN JOSÉ PADILLA: estocada caída (Silencio). Pinchazo hondo caído, cae el toro por la pillería de un banderillero (1 oreja).
RIVERA ORDÓÑEZ (El nuevo Paquirri): estocada trasera atravesada (Silencio). Pinchazo y casi entera trasera (Silencio).
EL FANDI: pinchazo y estocada trasera, caída y tendida (Silencio). Cuatro pinchazos, media tendida y tres descabellos (Silencio).


EL PADILLISMO (Crónica 3ª abono Feria de Málaga)

Por José Daniel Rojo

Aquella trágica tarde de Octubre en la que la Pilarica, a pesar de todo, inundó con su manto el albero maño, nacía un nuevo fenómeno de masas. Una corriente popular que erigió en héroe a un jerezano que sacó raza desde donde muchas veces no la hay, para seguir dando sentido a una vida que siempre giró en torno al toro. La caja tonta volvió a mostrar las imágenes más desagradables de la Tauromaquia y la espeluznante cogida de Padilla dio la vuelta al mundo. La televisión volvió a demostrar que es dueña y señora de este mundo que vivimos y nos impuso a un héroe que ahora se pasea de norte a sur y de este a oeste recogiendo el cariño de un público que se solidarizó con el ciclón de Jerez y al que ahora aplauden y conocen, por primera vez en la mayoría de los casos, tras veinte años de profesión.

Los aficionados, en cambio, vemos en esta nueva vida de Padilla el premio a tantos años de sacrificio y entrega. Padilla nunca rehusó de nada; bregó con las corridas más duras y en todas las plazas. A su estilo. Y lo qué ahora vive es un “dulce”, un “regalo”, en comparación con todo lo vivido anteriormente. Este pirata luchador ha sabido sacar provecho a la fuerza y espíritu mostrado tras aquél trágico día. Ahora torea más. Con las ganaderías comerciales, atrás quedaron los victorinos, miuras, cebadas… Corta orejas más fácilmente y por supuesto, también cobra más.

Fue “El Padillismo” la única justificación al regalo en forma de oreja que recibió en el segundo toro de su lote. Una faena que brindó al jugador del Málaga Joaquín y que contó en los primeros compases con el derrumbe del toro. No está mal para empezar. Después Padilla lo supo aguantar a media altura para hacerle de las suyas. Los integrantes de esa nueva corriente popular no iban a discutir si se estaba toreando con la mano baja o no, templando más o menos… La cuestión era dar pases o mantazos, llámese como quiera y que el público empiece a corear torero, torero. Rodilla a tierra, los trastos por los suelos y la gente a punto de entrar en ebullición. La gente quiere ver y aclamar a su nuevo héroe. Un héroe que se creyó que Málaga era plaza de pueblo, que por cierto no va muy desencaminado, y sacó a su niña al ruedo antes de dar la vuelta al ruedo para darle un beso y regalarle la oreja. María, la de la andanada del 5, estaba llorando de la emoción a moco tendido. Esto no tiene arreglo. O será cuestión de sentimentalismos.

Al primero de la tarde, al que también banderilleó con más voluntad que acierto, le dio un trasteo con muchas precauciones. Las pocas fuerzas del animal animaron a Padilla a recurrir al feo zapatillazo para provocar la embestida del inválido burel. Siempre descolocado, al hilo del pitón. En éste saludó desde el tercio.

¡Ay, qué bien torea mi niño!

Rivera Ordóñez, Paquirri que quiere que le llamen ahora, pasó por Málaga sin intención de mancharse el traje. A su inválido primero le hizo una faena a su estilo, es decir, sin decir y sin hacer nada. El único que le aplaudía allí era el Mocito Feliz, que no podía faltar a esta cita mediática. Con las banderillas mal y tan solo destacar dos derechazos con más profundidad en el quinto de la tarde, un toro desrazado pero noble. Por otra parte parece mentira que Rivera haya sido empresario de esta plaza, pues pidió el cambio de tercio con un solo puyazo.

El Fandi empieza a notar en sus carnes lo mal que está esto del toro. No lleva ya a tanta gente a la plaza y tampoco triunfa. Y eso, hablando del Fandi, es, cuanto menos, noticia. Al que cerró plaza no lo quiso ver. Cierto es que el toro no tenía clase pero el granadino tampoco colaboró, pues lo poco que hizo fue dando tirones y por la periferia. Decidió abreviar para luego dar un mitin con la espada. Y en el primero de su lote, al que también banderilleó al estilo Fandi, es decir, sin cuadrar en la cara, le instrumentó una faenilla ayuna de contenido.

La corrida de saldo de “El Torero” aparte de descastada y vieja, inválida. Se devolvió el sexto pero debieron ser más. Tampoco nadie protestó y no es plan de hacer más gasto a la empresa que veía en este cartel una esperanza de ganar dinero y se tuvo que conformar con media plaza.

Dato importante por la lamentable imagen, la del cabestrero. Con vaqueros y en tenis. ¿Tan caro es un trajecillo de corto? Aunque sea de segunda mano, por amor de Dios.