El padre americano que fundó Sudán del Norte para que su hija fuera princesa.

Publicado el 20 agosto 2014 por Daniel Prieto González @100cerosblog
Todos habíamos odio hablar de los países africanos de Sudán y de Sudán del Sur, el país más joven de La Tierra, ¿pero a que la mayoría no sabía de la existencia de Sudán del Norte? Más bien, este país todavía no se puede considerar un estado soberano, pero para una familia norteamericana de Virgina, sus gobernantes, el estado de Sudán del Norte es tan real como Egipto o su propio país.

Bandera del reino de Sudán del Norte


La curiosa historia que hoy contamos empieza con el típico deseo de casi todas las niñas, el convertirse en princesa de algún país. La pequeña futura princesa, Emily Heathon, le confesó a su padre un día que quería ser noble de algún sitio, y a diferencia de otros padres, Jeremiah se lo prometió y se lo tomó muy enserio. 
Tras una intensa búsqueda en internet, Jeremiah encontró uno de esos territorios declarados tierra nullius o tierra de nadie, unas tierras que no le interesan a ningún estado, ya sea por su poca riqueza en recursos o por no estar en un lugar estratégico. Actualmente sólo existen dos territorios así, estos son el Triángulo de Bil Tawir (posible Sudán del Norte) y la Tierra de Mary Byrd, una tierra inhóspita con 1.610.000 km2, ubicada en la Antártida. Bil Tawir es un territorio ubicado entre los países de Egipto y Sudán, una tierra sin ningún aprovechamiento, y que ambos países llevan discutiendo de quien es la soberanía pero sin ningún éxito; situación que fue aprovechada por este padre americano.

Ubicación de Bil Tawir.

La bandera de este reino, cuatro estrellas y una corona sobre un fondo azul, fue diseñada por sus tres hijos. Las cuatro estrellas representan su mujer (estrella superior) y a sus tres hijos (estrellas inferiores), mientras la corona representa al monarca de este país (Jeremiah), ya que para que su hija fuese princesa, él tendría que ser primero rey.
Las razones de esta proclamación ya la desvelamos antes, pero vamos a profundizar. La única causa que llevó a este padre a viajar miles de kilómetros a esta tierra, sólo fue el deseo de su hija de convertirse en princesa. Después, y tras poder acceder a Bil Tawir a través de Egipto, Jeremiah sacó su bandera y la plantó en ese terreno, proclamándose monarca de Sudán del Norte. Este acto justó coincidió con el día en el que su hija Emily cumplía 7, el 16 de julio de 2014.
Tras llegar al país y después de que la familia se proclamase dueños de Bil Tawir, Emily comunicó a la prensa que aunque Sudán del Norte sea un territorio desierto, la familia compraría avanzados sistemas de riego para cultivar diferentes hortalizas y frutas en su reino. Según Emily, gran parte de la cosecha irá a alimentar a las familias de los países vecinos que están pasando hambre, actitud normal para una niña de 7 años y que sabe lo mal que algunos países africanos lo están pasando. Ahora, su padre se encuentra habitando en Sudán del Norte, esperando a que los estados de Egipto y Sudán reconozcan la soberanía del reino, al igual que la ONU y la UA (Unión Africana).

Emily posando justo a la bandera de Sudán del Norte con su padre.

Eso sí, el padre está muy cerca de cumplir el sueño de su querida hija. Pero para la mayoría este proyecto supondrá una de las mayores locuras de la humanidad, y que podría ser uno de los regalos de cumpleaños más sorprendentes. Ahora sólo queda saber si este alocado proyecto llegará a buen puerto, y convertirá a Sudán del Norte en el país más joven del planeta.