Palacio de Bellas Artes (México), obra proyectada inicialmente como Teatro Nacional por el arquitecto italiano Adamo Boari. Comenzó a construirse en 1904 pero tardó treinta años en finalizarse ya que los trabajos se suspendieron en 1910 a causa de la Revolución y no volvieron a iniciarse hasta 1932.Durante este periodo el proyecto inicial sufrió transformaciones muy importantes, a causa de las dificultades técnicas que no pudieron ser resueltas por los responsables y de los cambios de gusto efectuados durante estos años. Comenzado dentro del estilo Art Nouveau, interpretado con un criterio de grandiosidad, el resultado final es producto de importantes modificaciones que afectaron especialmente a la proporción de su volumen exterior, ya que el peso de la propia estructura provocó un hundimiento que obligó a reducir la escalinata de acceso.Las esculturas exteriores, realizadas en mármol, fueron también obra de los italianos Leonardo Bistolfi, Boni, Giorenzo y Geza Maroti, a excepción de las figuras de Pegaso que llevó a cabo el español Agustín Querol.El interior fue proyectado también con una gran suntuosidad, especialmente el gran salón de actos; prueba de ello fue la cortina diseñada para separar al público del escenario, realizada por la casa Tiffany de Nueva York. La decoración estaba formada por un paisaje con la vista de los volcanes Popocatépetl e Ixtaccíhuatl. Maroti fue el autor del mosaico que sirve de remate al arco del proscenio y de la gran lámpara de cristales situada en el techo del salón.El edificio fue terminado en 1934 siguiendo el proyecto de E. Mariscal, que incorporaba importantes modificaciones del interior, al ampliar la sala y modificar la función de varias dependencias. El cambio más decisivo afectó a la función de todo el edificio que de Teatro Nacional pasó a ser Palacio de Bellas Artes.
Palacio de Bellas Artes (México), obra proyectada inicialmente como Teatro Nacional por el arquitecto italiano Adamo Boari. Comenzó a construirse en 1904 pero tardó treinta años en finalizarse ya que los trabajos se suspendieron en 1910 a causa de la Revolución y no volvieron a iniciarse hasta 1932.Durante este periodo el proyecto inicial sufrió transformaciones muy importantes, a causa de las dificultades técnicas que no pudieron ser resueltas por los responsables y de los cambios de gusto efectuados durante estos años. Comenzado dentro del estilo Art Nouveau, interpretado con un criterio de grandiosidad, el resultado final es producto de importantes modificaciones que afectaron especialmente a la proporción de su volumen exterior, ya que el peso de la propia estructura provocó un hundimiento que obligó a reducir la escalinata de acceso.Las esculturas exteriores, realizadas en mármol, fueron también obra de los italianos Leonardo Bistolfi, Boni, Giorenzo y Geza Maroti, a excepción de las figuras de Pegaso que llevó a cabo el español Agustín Querol.El interior fue proyectado también con una gran suntuosidad, especialmente el gran salón de actos; prueba de ello fue la cortina diseñada para separar al público del escenario, realizada por la casa Tiffany de Nueva York. La decoración estaba formada por un paisaje con la vista de los volcanes Popocatépetl e Ixtaccíhuatl. Maroti fue el autor del mosaico que sirve de remate al arco del proscenio y de la gran lámpara de cristales situada en el techo del salón.El edificio fue terminado en 1934 siguiendo el proyecto de E. Mariscal, que incorporaba importantes modificaciones del interior, al ampliar la sala y modificar la función de varias dependencias. El cambio más decisivo afectó a la función de todo el edificio que de Teatro Nacional pasó a ser Palacio de Bellas Artes.