Las instalaciones construidas (continuación)
En la documentación consultada para escribir este reportaje se denomina a este espacio de dos maneras diferentes.
En el dossier de prensa se le llama “Plaza Mayor”, mientras que en un folleto turístico posterior el nombre había cambiado al de “Plaza de Castilla y León”, posiblemente en un intento de agradar a las autoridades regionales que en aquel momento estaban decidiendo sobre la subvención.
En todo caso, el que iba a ser el corazón del complejo se quedó a medio construir, pero su perímetro y características se pueden distinguir perfectamente.
Cerrada y con soportales, alrededor de ella estarían la mayoría edificios, una fuente tradicional y el campanario de la ermita.
Espectáculos de luz y sonido, un mercado medieval y la terraza de verano la hubieran llenado de vida. Pero eso nunca sucedió.
E. La Ermita
Como todo pueblo castellano que se precie, la villa recreada en El Panorámico de Segovia iba a tener su iglesia.
Románica, coqueta y funcional, se pensó tanto para el culto (iba a ser consagrada) como para la celebración de bodas, comuniones o bautizos.
Y por las noches, las suaves notas de la música clásica agasajarían a los visitantes que se acercaran a ella.
F. El Caserón de los Artefactos
Como todo el complejo (si exceptuamos el Panorámico y la sala Totalmovie), el estilo arquitectónico de este gran edificio seguía las normas de la construcción típica castellana.
Hecho en piedra, con sólidos muros y contrafuertes, el Caserón de los Artefactos iba a ser destinado a albergar toda una colección de ingenios tradicionales como crisoles, barquines, martinetes o fraguas.
Girando en torno a los cuatro elementos naturales; agua, aire, tierra y fuego; permitiría descubrir cómo se fabricaban, no hace tanto, las herramientas, los licores o los aperos de labranza.
Una pequeña fábrica de chocolate, también al estilo tradicional, pondría el toque dulce a la visita.
Bajo un entramado de madera, la enorme estancia que forma su interior iba a ser la sala de exposición.
Ha quedado dentro maquinaria de trabajo. Pero no es ninguno de los artefactos que se pretendían exhibir: más bien se trata de las herramientas usadas por unos trabajadores para instalar un suelo que se quedó a la mitad.
La rehabilitación de los viejos establos logró que este edificio no desentonara con el resto de construcciones.
Y se consiguió añadiendo una inmensa galería; llamada Balconada de Riofrío; poniendo vigas de madera a la vista o cubriendo la techumbre con teja de barro.
Estaba destinado a ser la oferta comercial de El Panorámico, aunque desde el principio se concibió para no ser un centro comercial más.
Se dividiría en tres ambientes diferenciados:
En la zona de Compras con Encanto se pretendía que, pasando de una tienda a otra por puertas interiores, existiese toda una selección de artículos tradicionales.
Ropas populares de cuero, lana, lino o algodón; libros antiguos, hierbas y remedios naturales, flores, esencias y perfumes…
También todos los artículos y accesorios para practicar las actividades al aire libre que proponía El Panorámico. La Despensa Regional sería una exposición permanente de productos gastronómicos de la región.
Por último la zona de Gastronomía, que comprendía un típico horno de asar segoviano, un autoservicio de cocina tradicional con menú familiar y un bar-cafetería para hacer una pausa en la visita al complejo.
Y para su funcionamiento, el centro de transformación…
Aunque suponemos que existiría transporte público, lo más habitual en estos casos es que la gente llegue en sus propios vehículos.
Por eso se pensaban construir dos zonas de aparcamiento, una al norte, junto a la y otra al sur, más grande y que daría acceso a todo el complejo cómodamente.
Su construcción estaba prevista en dos fases, de 40 habitaciones cada una.
Se pretendía cuidar especialmente la tranquilidad de los huéspedes, tanto para las familias que prolongaran su estancia en el parque como para los asistentes a las convenciones y congresos que se pretendían organizar.
Sus habitaciones estarían orientadas bien a la Plaza Mayor y sus actividades, bien a la finca trasera, con una vista en este caso realmente impresionante.
Allí se desarrollarían demostraciones de las actividades tradicionales de los labradores, festivales y celebraciones campestres.
Piedra, agua, encinas y el sol castellano definirían este lugar de animación continua.
Al senderismo o al BTT de los que hablábamos en la primera parte se unirían agradables paseos junto al arroyo e incluso un lugar para practicar el tiro con arco.
Toda una manera de disfrutar de la naturaleza a muy pocos minutos de la gran ciudad.
Terminamos el recorrido por las instalaciones que nunca se terminaron con el aparcamiento norte y la gasolinera.
Poca información tenemos, pero la presencia de una estación de servicio estaba justificada dado el tráfico que tenía la carretera antes de la construcción de la autopista.
Por su parte, el aparcamiento norte parce que iba a estar destinado para un acceso rápido a la zona de restauración o el cine, quedando el sur para estancias más prolongadas.
Después de realizar dos estudios en el verano de 1997, CajaSegovia y los principales acreedores (Cubiertas, Conalber, Crespo y Blasco, Sofacal y Soteca) seguían pensando que el proyecto era viable aunque los ingresos serían menores a los inicialmente previstos.
Por ello se estudió un nuevo modelo de gestión, contratando a una persona conocedora del negocio de los parques temáticos, aunque sin dejar de lado al verdadero impulsor del proyecto, el empresario Guillermo Tena.
Apenas 6 meses después los propietarios por fin encontraron un comprador que no sólo podía sacar a El Panorámico adelante sino que además podría convertirlo en todo un éxito de público. Además de su actividad habitual, el prometedor futuro del complejo pasaba por ser utilizado como estudio de rodaje de las numerosas series de televisión que la empresa compradora producía.
El empresario, Emilio Aragón y la productora, Globomedia.
La reunión definitiva, en la que se iba a rubricar el acuerdo, tenía que haberse celebrado el 6 de abril de 1998 pero la enfermedad del consejero delegado de Globomedia hizo que se retrasara un par de semanas.
Este aplazamiento fue letal para el futuro de El Panorámico, porque permitió a los acreedores minoritarios endurecer sus condiciones de venta, hecho que propició la retirada de la oferta de Globomedia, que en ningún caso quería verse envuelta en una multitud de demandas judiciales.
Liquidación, acreedores, recalificaciones y subastas fallidas
Una vez frustrada la venta del complejo CajaSegovia optó por ejecutar la garantía hipotecaria de 476 millones (algo menos de 3 millones de euros).
El 25 de mayo de 1999 salió a subasta el edificio de La Lonja de la Mesta con un precio inicial de 250 millones de pesetas (1,5 millones de euros), pero al no presentarse ningún pujador quedó desierta.
En la segunda convocatoria, el 30 de junio de ese mismo año, se rebajó el precio de salida a 187,5 millones de pesetas (1,12 millones de euros), un 75% del valor en el que está tasado el edificio, pero la puja volvió a quedar desierta ante la ausencia de compradores.
Tampoco hubo pujadores en la tercera y última subasta, por lo que la entidad de ahorro se adjudicó el edificio por su precio de salida: 20 millones de pesetas (120.000 euros). Fue el 28 de julio de 1999.
En diciembre del mismo año, el que fuera presidente de CajaSegovia declaraba al periódico El Adelantado que “Estamos convencidos de que en un futuro relativamente próximo El Panorámico tendrá una salida satisfactoria para los intereses de nuestra querida Segovia”
Un año después seguía sin saberse nada, pues los potenciales inversores querrían adquirir todo el conjunto y no solamente el edificio propiedad de CajaSegovia.
Fuentes del Ayuntamiento de La Losa nos han comentado que se recibieron numerosas solicitudes de recalificación de los terrenos que, naturalmente, fueron rechazadas por estar catalogada la totalidad del complejo como “instalación de carácter social”
El alcalde, por su parte, declaró a finales de 2002 en la prensa local que “El Panorámico es un muerto heredado por el municipio, que pese a no ser propiedad nuestra, desafortunadamente, pasará de corporación en corporación”
El estado actual
Por desgracia, el estado actual de las instalaciones nada tiene que ver con la primera visita que realizamos.
Hemos retrasado esta publicación más de un año con el fin de preservar el lugar lo máximo posible, pero su ubicación (que hasta tiene desvío señalizado) lo hace muy propicio para expoliadores, grafiteros y demás calaña.
El sueño de Don Guillermo es ahora, como cuando él se hizo cargo de la finca, un lugar muerto a la espera de una solución que al parecer, como el tren que da título al blog, nunca llegará.
A él dedicamos, con todo nuestro cariño, esta entrada.
Fotografías: Daphneé García y Tomás Ruiz
Localización: Abandonalia