El pantano de las mariposas de Federico Axat

Publicado el 28 junio 2013 por Kovua

Sam Jackson reside en Carnival Falls en una casa de acogida junto con otros huérfanos, todos ellos a cargo de Amanda, la cual se encarga de su cuidado y educación. En el pueblo conoce a Billy, un chico peculiar e inteligente del cual es amigo desde hace mucho tiempo, también conoce a Miranda, una chica que se muda al pueblo con sus padres cargados de secretos.
Su protagonista sueña por las noches con un accidente que tuvo cuando tan solo era un bebe, ese suceso cambio su vida, pues su madre desapareció llevadas en unos brazos misteriosos según sus sueños, pero la versión oficial es que salió despedida y calló al río Chamberlain, nunca encontraron el cadáver. Además de misteriosas desapariciones continuadas año tras año, un asesinato del pasado y viajes a través del bosque hacía el pantano de las mariposas.
Federico Axat nos adentra en una historia de crecimiento, de aquellos veranos en los que se mezclaba la madurez con la diversión acompañado de amistades inolvidables, también de superar nuestros mayores temores y a no temer a la verdad. En la novela su protagonista nos da a conocer una difícil vida, junto con las de sus quince compañeros o «hermanos» como les gusta llamarles. A lo largo del libro descubriremos piezas de una gran historia cargada de misterio con toques fantásticos, otras veces de momentos de horror cuando se cruza el antagonista, de aventuras que podrán a prueba a los personajes y sus habilidades. La novela se lee con rapidez, además, se vuelve adictiva según van pasando los hechos que esconden a lo largo de la historia que van del pasado al presente (de los años 1974, 1985 y 2010) ello hace que el suspense vaya creciendo. Su conclusión, a pesar de ser escueto, es totalmente inesperado, desconcertante pero apropiado para dar por finalizada una novela donde los giros inesperados se suceden uno tras otro.
Recomendado para aquellos que quieran descubrir una historia cargada de emoción, nostalgia, emoción y misterio todo ello encajado en una trama de gran calidad y originalidad, también para aquellos que les guste las historias que narran el paso del tiempo y la mezcla de géneros o como descubrimos y llevamos los cambios, y por último, para aquellos que quieran adentrarse en una adictiva historia de amistad y valentía.
Extractos:
Banks exhibió una serie de diapositivas de antiguas representaciones en piedra, diversos objetos mayas y antiquísimos papiros chinos donde nuestros antepasados supuestamente dejaron plasmados sus contactos extraterrestres. «Las referencias están allí, para el que quiere verlas», decía Banks mientras señalaba con su puntero una serie de estrellas dibujadas en un tratado babilónico, entre las cuales aparecía una elipse perfectamente distinguible. No se detuvo demasiado en otros antecedentes y se centró en los datos recopilados durante los últimos años, cuando, a su modo de ver, los Gobiernos comenzaron a estudiar el tema seriamente debido a las tremendas implicaciones que podría tener en la humanidad un contacto con una civilización más inteligente que la nuestra. Una diapositiva con el mapa del país mostraba las zonas donde se habían producido la mayor cantidad de avistamientos de ovnis, así como desapariciones misteriosas y abducciones. Se veía claramente que ciertas regiones marcadas en rojo presentaban más casos que otras. —No sabemos por qué las tareas de reconocimiento de las naves se concentran en determinadas zonas, pero es un fenómeno que se repite en todo el mundo. O bien los extraterrestres poseen bases aquí en la Tierra, en cuyo caso les es conveniente no alejarse de ellas, cosa que personalmente considero poco razonable; o estas localizaciones se condicen con puntos singulares del espacio: puertas en el universo que hacen posible viajar por nuestra galaxia de un modo que aún no entendemos. Banks se acercó al atril y bebió un poco de agua. —No hemos podido establecer con certeza cuál es el aspecto físico de nuestros visitantes. No existen documentos fotográficos ni filmográficos de estos seres; por lo menos no uno del que yo me fíe rotundamente. La mejor aproximación proviene de numerosos testimonios, cientos de ellos, y aun así no todos son enteramente coincidentes. Sabemos que es probable que un buen número de esto testimonios discordantes sea producto de engaños o alteraciones en la perfección, pero aun los más creíbles, o aquellos corroborados por varios testigos, no son coincidentes entre sí al ciento por ciento. Hay razones para ello. La principal es que hay al menos tres tipos de extraterrestres bien diferenciados que nos han estado visitando. Podrían ser seres con un mismo origen, un mismo planeta, o no. Lo que sí parece poco probable es que no se conozcan entre sí. De esas tres razas hay una que ha sido vista con mayor frecuencia, y es de la que quiero hablaros en este momento…
Era imposible saber con certeza el tamaño de los platillos volantes, y en consecuencia a qué distancia se encontraban, pero no era descabellado suponer que el coche rojo que habíamos visto hacía un rato estuviera muy cerca de ellos. Tras casi dos minutos de piruetas aéreas por parte de las tres luces, la cinta llegó a su fin. El rectángulo blanco nos cegó. —Tenemos que verla de nuevo —sentenció Billy—. La parte final, cuando aparecen las luces. No esperó nuestra respuesta. Rebobinó la cinta y proyectó de nuevo los últimos minutos de la película. Otra vez, apareció el coche rojo y después las luces danzantes. El recuerdo que guardo de ese momento fue el de una sensación abrumadora, como si mis pensamientos se hubieran enredado en una madeja imposible de desenredar. Me sentía con la mente en blanco, incapaz de procesar una sola idea coherente. ¿Se trataba de un fraude? Todo cuanto se refería a los ovnis caía bajo sospecha desde el episodio del platillo volante en Roswell; ¡hasta el hombre de la luna era para muchos un montaje televisivo! En Carnival Falls teníamos nuestro propio fenómeno local, también tildado de excéntrico delirante, un hombre que en la incapacidad de aceptar la muerte de su esposa se aferraba a la posibilidad de las abducciones y las visitas extraterrestres. Toda mi vida había creído que las historias de hombrecitos verdes eran patrañas. Y no es que la película de French me hubiera convencido de lo contrario. Roswell y el hombre en la luna podían ser embustes, quizá sí, quizá no. ¿Pero significaba eso que todo era un engaño? Cuando terminamos de ver la película por segunda vez, Billy no desarrolló una de sus teorías instantáneas de las cosas, lo que lejos de tranquilizarme me alarmó. Anunció que necesitaba pensar y se puso a caminar de un lado a otro, primero hasta el extremo del ático, luego entre los muebles.
Editorial: Destino Autor: Federico Axat
Páginas:  496
Precio:19 euros