El Papa a los jóvenes de Viviers: conserven este patrimonio de santidad, 15 MAYO 2022

Por Joseantoniobenito

El Papa a los jóvenes de Viviers: conserven este patrimonio de santidad

La mañana de este sábado, 14 de mayo, el Santo Padre recibió en audiencia a la delegación de jóvenes de la diócesis de Viviers, Francia, quienes llegaron a Roma para participar en la canonización de Charles de Foucauld y Marie Rivier. A ellos el Papa los encomendó a la intercesión especial de sus futuros santos, y les deseó que, "siempre sean un estímulo y una inspiración para ustedes".

Renato Martinez – Ciudad del Vaticano

"Deseo que regresen de Roma con un mayor amor a la Iglesia. La celebración de mañana les dará una imagen de su universalidad y de sus muchos rostros, todos dirigidos hacia el único Salvador. Los encomiendo a todos a la intercesión especial de sus futuros santos, Marie Rivier y Charles de Foucauld. Que siempre sean un estímulo y una inspiración para ustedes", lo dijo el Papa Francisco en su discurso a los jóvenes de la diócesis de Viviers, Francia, a quienes recibió la mañana de este sábado, 14 de mayo, en la Sala del Consistorio del Vaticano.

Fecundidad y patrimonio de santidad

A los jóvenes peregrinos que llegaron desde el sur de Francia a Roma, para participar este domingo, 15 de mayo, en la Santa Misa con el rito de canonización de Charles de Foucauld y Marie Rivier, el Santo Padre les dijo que, "esta sucesión de beatos y futuros santos muestra claramente la fecundidad de su diócesis y espero que puedan conservar este patrimonio de santidad". Asimismo, el Pontífice recordó al padre Gabriel Longueville, también de la diócesis de Viviers, beatificado como mártir en 2019, y a quien conoció en Argentina. "Su abnegación y su atención a los más pobres en la parroquia donde trabajaba – precisó el Papa – son un modelo para los sacerdotes de su tierra natal".

Aprendan de Charles de Foucauld a evangelizar con la presencia

El Papa Francisco, además, invitó a los jóvenes peregrinos a que aprendan de Charles de Foucauld a hacer esa experiencia de Dios que le llevó a evangelizar con la presencia. "Una forma discreta de evangelización, sí, pero muy exigente, porque requiere el testimonio de una vida coherente, es decir, que se ajuste verdaderamente a las aspiraciones de todo hombre amado por Dios y llamado a algo más que al placer fugaz o a los resultados inmediatos y visibles". Si aceptan ser como la levadura en la masa, como Charles de Jesús quiso ser en el Hoggar – señaló el Pontífice – las generaciones posteriores podrán recoger los frutos espirituales.

Evangelio, Eucaristía y Evangelización

El Santo Padre también animó a los peregrinos franceses, a fundar su vida cristiana en las "tres E", tres palabras clave de la espiritualidad de Charles de Foucauld: Evangelio, Eucaristía y Evangelización. "Aquí tienen todo un programa de vida en la escuela de Cristo". Además, el Obispo de Roma les sugirió que aprendan y mediten a menudo la magnífica oración de entrega a Dios, tomada de sus escritos:

"Padre mío, me entrego a ti, haz conmigo lo que te plazca. Hagas lo que hagas conmigo, te lo agradezco. Estoy preparado para todo, lo acepto todo. Mientras se cumpla tu voluntad en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío..."

Que esta oración, dijo el Papa, se convierta en su oración en los momentos de elecciones y cruces de la vida. De este modo podrán entrar en la dinámica evangélica de la Iglesia en su diócesis, una diócesis que manifiesta el deseo de vivir la fraternidad universal del ermitaño del Sahara. Pienso en particular en todos los grupos de scouts que se han puesto bajo el patrocinio de Charles de Foucauld.

Como Marie Rivier den a conocer el amor de Dios a los pequeños

Finalmente, el Papa Francisco alentó a los jóvenes franceses a seguir el ejemplo de Marie Rivier, hija de su tierra, dedicada a la educación de los niños, con la Congregación de las Hermanas de la Presentación de María que ella fundó. "Les deseo que reciban el deseo de abrir la mente de los pequeños a las cosas de Dios, a la preocupación por el prójimo y a la admiración por la creación. ¡Qué importante es esto! Espero que siga habiendo muchas mujeres de esta talla, humildes y valientes para dar a conocer el amor de Dios a los pequeños que sólo piden aprender. Este deseo está arraigado en la Esperanza que no defrauda".

El Santo Padre concluyó su discurso encomendando esta intención a la Virgen María, Madre de esta Congregación, ahora extendida por todo el mundo y que sigue dedicándose incansablemente a los niños, los jóvenes y los excluidos.