El papa parece un lector de este blog Voto en Blanco, defensor de las mismas tesis desde 2005. Pero el papa, aunque piense lo mismo, debe ser mas prudente y evitó afirmar la conclusión lógica de su teoría: que los políticos se han convertido en el mayor obstáculo para el progreso, la justicia y la decencia del mundo.
Tampoco se atrevió el papa a expresar otra conclusión lógica de sus tesis: que aquellos políticos que no denuncian la corrupción que les rodea y que impregna a muchos compañeros de partido y de gobierno son también corruptos por guardar un silencio culpable que les convierte en cómplices y colaboradores.
La corrupción de la política en las democracias, especialmente en algunas que se han deslizado hacia la perversión del sistema, como es el caso de España, se ha convertido en uno de los peores escándalos del mundo actual. Los políticos se han desvinculado de sus pueblos y ocupan el poder creyéndose con derecho a gestionarlo al margen de los ciudadanos, obedeciendo órdenes e instrucciones de los grandes grupos y foros mundiales, muchos de ellos a su vez dominados por clubes exclusivos con predominio financiero.
Los gobiernos y partidos tienden a controlarlo todo, sobre todo la Justicia, blindándose para poder gobernar sin trabas y emprendiendo un camino perverso que conduce a dictaduras camufladas y a estados que se convierten en refugios de corruptos y opresores.
Esos abusos y perversiones del poder político han conducido al mundo actual hasta una situación de divorcio entre ciudadanos y políticos, un drama acentuado en países como España, donde los políticos han perdido el decoro, la decencia y cualquier sentido de la democracia, atreviéndose a nombrar jueces y magistrados y legislando para que los gobernantes nunca tengan que responder de sus actos y de los estragos que causan.
El mundo que está construyendo esa raza de políticos desalmados es un mundo sin ética, sin valores, sin respeto, sin protección por los débiles, con élites que acumulan riqueza y despilfarran el dinero público, que extraen sin misericordia exprimiendo a sus pueblos y atribulándolos con impuestos abusivos.
Por esas terribles razones, los ciudadanos están en guerra contra los políticos, una guerra que cada día recluta a mas ciudadanos indignados, mientras que los gobernantes, en lugar de dimitir y dejar el timón a gente con principios y ética, se atrincheran en el poder público y se rodean de perros guardianes, sobre todo policías, servicios secretos, periodistas comprados y jueces domesticados.
Ese es el mundo que ha querido condenar el papa Francisco, pero no se ha atrevido a llegar hasta la médula del problema y solo h osado a lanzar una tímida condena de la política, tímida porque la realidad es mucho mas grave, pero meritoria porque la Iglesia, casi siempre a lo largo de la Historia, estuvo mas del lado del poder opresor que de los pueblos explotados y oprimidos.