Ambos líderes se encontraron en la Sala del Troneto del Vaticano y luego se reunieron en la biblioteca ubicada en el segundo piso del recinto apostólico.
La duración de la reunión y la cordialidad en el trato entre el sumo pontífice y el primer mandatario argentino no pasó desapercibido para quienes la compararon con la primera audiencia que hizo el expresidente Mauricio Macri al Vaticano, cuando el papa solo le dedicó 22 minutos y con gestos muy serios.
El presidente argentino fue acompañado por una comitiva, entre los que se encontraban su pareja Fabiola Yáñez y Gustavo Beliz, secretario de asuntos estratégicos de la Presidencia.
Más temprano, Fernández asistió a una misa solemne en la cripta de la tumba de San Pedro, celebrada por el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo.
En un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social Twitter, el mandatario de la nación suramericana señaló las preocupaciones en común que manifiestan ambos líderes.
La situación actual de Argentina fue tema de conversación en los encuentros sostenidos por Fernández con el sumo pontífice y posteriormente con el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolín, y el monseñor Miroslaw Wachowski, subsecretario para las Relaciones con los Estados.
Un comunicado de la Santa Sede indica que en las pláticas se examinó la situación del país, con especial referencia a algunos problemas como la crisis económico-financiera, la lucha contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico, la promoción social y la protección de la vida desde su concepción.
Según la nota, en ese contexto se señaló la importante contribución de la Iglesia católica en favor de toda la sociedad argentina, especialmente de los sectores más vulnerables de la población y sucesivamente «se abordaron también temas de interés común en ámbito regional».
Tras concluir su visita a la Ciudad del Vaticano, el mandatario argentino fue recibido en la tarde por el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en el Palacio Chigi y a continuación por el presidente de la República, Sergio Mattarella, en el Palacio Quirinal.
(Granma)