A su muerte Silvestre II a causa de sus investigaciones y por aquellas máquinas consideradas productos de la brujería fue maldecido por la población y durante siglos fue tachado de la lista de los Papas.Dice la leyenda que Silvestre hizo un pacto con Satanás y que este le puso como guardiana a un súcubo (demonio femenino) dicho demonio enamorado de su personalidad y de su gran sabiduría dejó la inmortalidad y se convirtió en mujer viviendo así en concubinato con el pontícife. Afirma la leyenda que cuando murieron fueron enterrados en la catedral de San Juan de Letrán y que de su tumba emana un fluido con poderes afrodisíacos.Se dice también que cerca de Aurillac vivía un ermitaño llamado Andrade experto en la sabiduría de los druidas y que Gerberto cuando era niño lo visitaba con frecuencia movido por la curiosidad hacia lo desconocido. Un halo misterioso rodeó la vida de Gerberto.
Información extraida del libro : El enigma de las vírgenes negras de Jacques Huynen y de internet Wikipedia.