Los urbanistas noveles aprendimos en las escuelas de arquitectura cómo planificar el crecimiento de las ciudades; sin embargo, ya se percibía que el reto estaba en actuar sobre la ciudad construida y en frenar el crecimiento desmedidoacuciado al calor de la burbuja inmobiliaria. La reacción de muchos jóvenes arquitectos, de modo autónomo o colectivo, ha sido generar nuevos enfoques, metodologías, tipologías de proyectos que proponen alternativas para nuestras ciudades con el fin de mejorar las condiciones de vida, ambientales, sociales y económicas. Propuestas, que a su vez, dan un paso hacia delante en la democratización de la ciudad ya que apuestan por concebir los proyectos junto a la ciudadanía que los disfrutará o sufrirá, siguiendo el espíritu de los proyectos de renovación de barrios de los años 60-70. Barrios gestados junto a movimientos vecinales para dotar de los servicios básicos a la nuevas barriadas que crecieron de la noche a la mañana en las grandes ciudades resultado del éxodo rural de los años 50.
Hoy en día disponemos de más herramientas, más datos y mayor capacidad interadministrativa. El planeamiento urbano está dejando espacio a las estrategias y a los indicadores de medición (cada vez más precisos) de la ciudad -la smartcity- para identificar y cuantificar problemas y evaluar mejoras. Además, la tecnología nos facilita nuevos canales para implicar a la sociedad en la elaboración de los proyectos urbanos. Herramientas en desarrollo que, durante la última década, están siendo usadas por los jóvenes arquitectos-urbanistas en proyectos que facilitan la transformación de las ciudades hacia modelos más sostenibles. Son múltiples las tipologías de proyectos que han nacido -proyectos tácticos, colaborativos, estratégicos y transversales- de una nueva hornada de propuestas urbanas innovadoras que están abriendo en este país una nueva ventana profesional. Vemos éxitos en planes estratégicos y de regeneración urbana que ponen de acuerdo diferentes visiones políticas en un mismo plan de acciones a largo plazo.
Igualmente, estamos empezando a disfrutar de diseños colaborativos del espacio público que consiguen reactivar la vida social, rehabilitar tejido urbano deprimido, recuperar lugares comunes abandonados y, en definitiva, mejorar la salud urbana. A su vez, estamos viendo tácticas urbanas, proyectos reversibles, que visibilizan potenciales transformaciones de viarios generando interés entre la población y movilizando un cambio del imaginario colectivo. Ejemplos de estos procesos tenemos en muchos lugares de la geografía española: empezando por los más conocidos, como pudieran ser las supermanzanas o Superilles de Barcelona, la reforma de la Gran Vía de Madrid, o bien, otros proyectos que ejemplifican otra forma de hacer urbanismo: el proyecto 11 Plazas en la capital –concurso que apostaba por la regeneración de once lugares clave de los barrios de Madrid, donde Paisaje Transversal presentó una propuesta para San Blas-; el plan Huca –donde se buscaba la mejor forma de unir tejido urbano y dotar de nuevos usos al espacio dejado por el antiguo hospital de Oviedo-, la novedosa reforma de la Rambla Barcelona, la propuesta de para la reconversión en calle de una autovía en Oviedo 'Imagina un bulevar', o los proyectos tácticos que se han comenzado a hacer en la Marina de Valencia.
Aplaudir cada uno de los logros que alcanzan los jóvenes arquitectos-urbanistas que están trabajando sobre la ciudad en nuestros días, debería ser un objetivo en sí mismo. No solo porque es un premio para la profesión – haciendo que avance y se adapte a los retos de la actualidad o el futuro-, sino porque también lo es para toda la ciudadanía: son proyectos colectivos que mejoran la vida de las personas poniendo el foco en su bienestar cercano y en su opinión.
*Este artículo apareció originalmente en el blog de la Fundación Arquia en el marco de la colaboración de Paisaje Transversal como jurado de la VI edición de los premios Arquia/Próxima.
Crédito de las imágenes
01 - Plano de la propuesta para la regeneración del área de oportunidd para una Plaza Cívica en San Blas dentro de la iniciativa #Vota11Plazas (fuente: Paisaje Transversal)
02- Cartel de participación en el proceso de reorganización del territorio en el antiguo complejo hospitalario del HUCA en Oviedo (fuente: Paisaje Transversal)