El Parlament catalán aprobaba el pasado jueves una resolución de los Comunes”¡ que rechazaba y condenaba “el posicionamiento del Rey Felipe VI y su intervención en el conflicto catalán”, al considerar que justificaba las cargas policiales del 1 de octubre de 2017. Dos días después, el Parlament hizo esta gestión tras haber rechazado una resolución de JxCat que perseguía lo mismo. Entonces no prosperó porque los Comunes no dieron su apoyo, alegando que aquella iniciativa, aparte de reprobar el monarca, reivindicaba la vía unilateral a la independencia que no compartían.
La propuesta sobre el rey fue aprobada con el apoyo de Junts per Catalunya y ERC, mientras que la CUP se abstuvo y Ciudadanos, PSC y el PPC, votaron en contra. La diputada de los Comunes, Yolanda López, defendió que esta vez sí votarían a favor de reprobar el monarca porque su propuesta de resolución era “honesta, sin trampas ni artimañas” a diferencia de la que JxCat presentara el martes. La resolución votada fue una de las propuestas en “defensa de las instituciones catalanas y las libertades fundamentales” presentada por Catalunya en Comú Podem, en el marco del pleno monográfico sobre la convivencia.El Parlament reafirmó su compromiso con los valores republicanos, y reclamó directamente la abolición de la monarquía, por considerarla una institución “caduca y antidemocrática”. Elisenda Alamany, portavoz del grupo de Catalunya en Comú, celebró la aprobación de la iniciativa subrayando que el Parlament se ha convertido en la primera Cámara del Estado en reprobar al rey, y acompañando el mensaje con una imagen del monarca cabeza abajo.. La misma resolución de los Comuns hizo que el Parlament condenara “los actos represivos contra la ciudadanía y las amenazas de ilegalización” contra partidos catalanes, en alusión a las voces del PP y Cs que recientemente han planteado ilegalizar a la CUP. El PP y Cs se abstuvieron en una resolución de Esquerra en la que se condenaba el franquismo y la extrema derecha. Un texto que el resto de grupos sí avalaron y que constata la “pervivencia de la ideología fascista” y mostraba la preocupación por el creciente protagonismo de la extrema derecha en Catalunya, el Estado, Europa y el mundo. Dicha resolución animó a los partidos a establecer “un cordón sanitario” contra la extrema derecha y eliminar de espacios públicos y monumentos la simbología fascista.El presidente del Gobierno central calificó como “inadmisible” la iniciativa de la cámara catalana que aboga por la abolición de la monarquía y que condena la postura de Felipe VI en el “conflicto catalán”. Y advirtió que el Gobierno adoptará medidas para la defensa de la legalidad. “Es inadmisible -ha escrito Sánchez- la resolución votada en el Parlament de Cataluña que pretende rechazar y condenar al jefe del Estado. Este Gobierno adoptará las medidas legales a su alcance en defensa de la legalidad, la Constitución y las instituciones del Estado”. El Ministerio de Presidencia anunció en un comunicado: “La extravagancia jurídica de este intento de condena y rechazo de S.M el Rey Felipe VI, que carece de todo fundamento legal y constitucional, no resta gravedad a la actuación protagonizada esta tarde por los citados grupos”.