El blog lo abrí, hace ya tiempo, porque sentí que necesitaba desahogarme, necesitaba contar cómo me sentía, al principio, los primeros meses muy hundida y muy necesitada de entender cómo había cambiado mi vida. Y encontré comprensión y bastante ayuda. Luego las cosas empezaron a mejorar sustancialmente, al mismo tiempo que Lola crece y crece. También me acuerdo, que me ví metida en el rollo de Madresfera, que al principio me hizo gracia pero que luego tras una serie de circunstancias decidí salirme de esa plataforma. Al estar en madresfera, me obligaba a escribir con muchísima frecuencia animada por aquel ranking. Sin embargo, al cabo del tiempo decidí pasar de ello, porque me agobié, porque el mundo bloguero maternal no me hace demasiada gracia. Y es que en mi vida 1.0, en el mundo presencial, tampoco soy una persona que me relacione con mucha gente. Con los años he decidido cortar con aquellas relaciones malignas, tóxicas e invertir el tiempo en relaciones de amistad, en las que me hacen sentir segura, y contenta. Más que nada porque no quiero perder un tiempo muy valioso, que dedico a mi familia y a mi misma. Creo que con la edad me he vuelto exigente, pero quizás es la consecuencia de pasar por una serie de decepcionantes experiencias con personas que yo consideraba "amigas" y que realmente no lo eran. O quizás lo fueron en algún momento y los caminos cambiaron.
Este curso ha sido muy duro a todos los niveles. Os puedo contar que además paré de publicar en el blog, justo cuando recibí una amenaza anónima, que me asustó mucho. Pero que al cabo del tiempo le he restado importancia, porque sé de donde viene y sinceramente me da igual.
A nivel profesional ha sido un poco movido para mi y mucho para mi marido, el querer llegar a todo, sin descanso, corriendo de un lado a otro. Además coincidiendo con el cambio de gestión de la escuela infantil de nuestra hija, que ha sido terrible, ya que nos vimos metidos en una escuela infantil (que hacía años habíamos elegido para Lola por sintonía con su proyecto educativo) y que este curso cambió tanto que era todo lo contrario de cómo nos gusta la educación. Además la época de elegir colegio para Lola, fue dura y muy difícil. Así que para terminar el curso, mi marido tuvo una parálisis facial, que menos mal va remitiendo, y yo un dolor de sacro y lumbares complicado, que finalmente no tiene ninguna solución y que parece que es una enfermedad inflamatoria con posibles brotes. Además decidimos sacar a Lola de la escuela infantil en junio, por lo que la organización familiar y logística se ha roto y nos ha desorganizado. Pero al menos tenemos la tranquilidad de que Lola está bien con nosotros.
Además de todo esto, este año he conocido a gente espantosa, maligna por así decirlo, y en contraposición también he conocido a unas personas maravillosas que han apoyado mi postura, mis decisiones y además me han dado abrazos y apoyo. Y me he llevado sorpresas de personas que estando en la sombra, se han preocupado por nosotros.
Nos hemos desgastado y hemos enfermado, pero hemos sacado conclusiones positivas en claro. Y me quedo con eso, porque sino vivir con dificultades, no merece la pena.
El blog está parado, no quiero cerrarlo, y sé que no es un blog muy leído, pero eso me da igual, es mi diario, son mis notas y mis reflexiones. Y a veces recurro a él para conocerme un poco más y ser más consciente de lo que me pasa. Y a veces escribo porque busco respuestas y visiones de otras personas, que siento generosas, me aportan muchas ideas y tranquilidad.
Así que, aquí seguimos, descansado y reflexionando.
Los meses tan duros y la falta de salud, nos ha ayudado a entender que la vida hay que vivirla de otra manera, más despacio. Somos limitados y llegamos hasta donde se puede.