En el Parque Baconao tendrás la posibilidad de conocer las escenas más típicas de esta zona o lanzarte a la aventura para descubrir los antiguos secadores de café y las mansiones señoriales, todo cubierto por un sutil velo de misterio. De hecho, el nombre Baconao proviene de una antigua leyenda que narra como un niño sacaba música de un caracol. Pero no se las contaré porque es mejor descubrirla in situ ;-)
La superficie del parque es de más de 84.000 hectáreas y ha sido declarada Reserva Mundial de la Biosfera. Por ello, aunque la parte más famosa y fotografiada es el Valle de la Prehistoria, en realidad el Parque Baconao abarca mucho más.
No obstante, la visita comenzará precisamente por el Valle de la Prehistoria, un sitio dedicado a la paleontología donde los dinosaurios y los hombres de millones de años atrás cobran vida. Las esculturas están construidas a tamaño natural por lo que no te asustes si de repente encuentras frente a ti un Brachiosarus de 14 metros de altura.
Quien tenga ánimos y fuerzas deberá continuar el recorrido en la Gran Piedra, un enorme bloque volcánico recorrido por 459 escalones que te llevarán a más de mil metros sobre el nivel del mar para disfrutar de un panorama que quita el aliento.
Absolutamente imperdible es la Laguna Baconao, donde podrás ver con un impresionante realismo cómo vivían los indios (que realmente se llamaban taínos) de Cuba. Si amas la historia podrás llegar hasta la Granjita Siboney, el sitio desde el cual partieron los atacantes del Cuartel Moncada liderados por Fidel.
Finalmente, si aún no te has cansado de aventuras, te aguarda el acuario con un túnel submarino de 30 metros de profundidad. Si deseas emprender la retirada, deberás optar por el Museo del Transporte Terrestre donde se exponen 2.500 réplicas en miniatura de coches de época.