El parque Viera y Clavijo

Por Federicogbarba

Vista del edificio central del Parque Cultural Viera y Clavijo desde el barranco de Santos. A la derecha, nueva escultura mástil de José Abad. Foto: FGBEl espacio cultural Viera y Clavijo es un equipamiento de la ciudad de Santa Cruz que merecería una mejor consideración por parte de nuestros responsables políticos. El estado actual de abandono que sufre es lamentable. En él se encuentra un maravilloso edificio que ha sido masacrado y vilipendiado de una manera infame en los últimos años. Un ejemplo más de la perversión a la que asistimos relacionada con la administración de lo que pertenece a todos los ciudadanos. Ortofoto de la zona de la ciudad en la que se integra este recinto cultural. Imagen: GrafCan.Este antiguo colegio de monjas fue construido en 1903, bajo diseño general atribuido al arquitecto Mariano Estanga. Constituye una magnífica muestra de la corriente neohistorica que motivó estéticamente a numerosos arquitectos de finales del siglo XIX. Sus decoraciones y detalles de inspiración gótica recorren sus interiores y fachadas, dándole un sabor que, en algún momento, recuerda la silueta del Palacio de la Magdalena en Santander.
 El muro exterior del recinto recubierto de graffitis de muy dudosa calidad. Foto: Ana MendozaEl edificio principal contiene otro recinto magnífico en si mismo, su capilla. En ella intervendría otro inspirado constructor, el ingeniero militar José Rodrigo Vallabriga, que realizaría también en esos años las cúpulas de cemento armado de la Catedral de la vecina ciudad de La Laguna y contribuiría con su saber a definir la coqueta iglesia de Agulo en la isla de La Gomera.El conjunto del Viera y Clavijo alberga también unos extensos jardines que contienen algunas joyas botánicas como su inmensa Ceiba (Ceiba pentandra), árbol de origen caribeño cuya copa se extiende allí en un diámetro de más de 20 metros. A su sombra, las antiguas alumnas del colegio recibían clase a mediados del siglo XX, aprovechando la bondad climática de la isla. Muchas personas que han estado vinculadas a esta dotación educativa recuerdan con tristeza su actual destino.Escultura de Joan Miró a la que le han arrancado las piezas laterales de bronce. Foto: FGBTambién se encuentra allí una extraordinaria escultura en bronce de Joan Miró, la Femme Bouteille o Colosal Insecto, que se donaría a la ciudad de Santa Cruz a mediados de los años 70 como resultado de la I Exposición Internacional de Escultura en la Calle. Hasta principios de los años 80, el conocido como Colegio de la Asunción estuvo funcionando bajo la dirección de la congregación de las monjas asuncionistas, un grupo de profesionales de la enseñanza de origen belga. Posteriormente, se cedería a la ciudad de Santa Cruz pasando a formar parte de su patrimonio. Pasaría a renombrarse como Parque de Viera y Clavijo, en honor a uno de los nombres principales de la historia cultural de este archipiélago. Durante dos décadas, albergaría a instituciones tan relevantes para nuestra cultura como el pequeño teatro Pérez Minik y la sede canaria de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.Hoy todo esto es solo un triste recuerdo de glorias e historias pasadas y una consecuencia de una gestión política y administrativa totalmente censurable. El devenir de esta instalación cambiaría radicalmente en los últimos diez años a raíz de una serie de decisiones equivocadas y mal planificadas. La irresponsabilidad y la dejación sobre el espacio cultural Viera y Clavijo han estado presentes de una manera creciente y constante en los últimos años.Espacios exteriores abandonados y recubiertos de maleza. Imagen: Jorge Hdez.En 2004, la ciudad cedería este recinto al Gobierno Autónomo de Canarias con el objetivo de que el departamento de cultura de esa institución rehabilitara teóricamente el conjunto de edificios y sus espacios aledaños. Fruto de ello se realizó un proyecto de readecuación orientado a mejorar todos los edificios, jardines, etc. Sería encomendado a los mismos arquitectos responsables de la revisión del Plan General de Ordenación de la ciudad, también autores de la remodelación del Parque García Sanabria y la adecuación del barranco de Santos: el equipo formado por Juan Manuel Palerm y Leopoldo Tabares. Tras el proceso de control y tramitación administrativa, el plan de intervención sería aprobado para pasar a realizar la asignación de los trabajos constructivos a un contratista, de acuerdo a la legislación aplicable. La ejecución de esas obras se adjudicaría hace ya más de un lustro, iniciándose así su ejecución inmediatamente. Lateral del edificio principal demolido y apuntalado junto al subterraneo de aparcamiento y kiosko. Arquitectos: Palerm y Tabares. Foto: FGBEn una primera fase, se realizarían una serie de demoliciones, comenzando así un proceso lógico de intervención sobre esa pieza de nuestro patrimonio, de acuerdo a lo que había sido debidamente aprobado. Sin que se sepa verdaderamente la razón, la obra de rehabilitación se pararía en este punto, dejando importantes zonas del edificio sin cubiertas y parte de sus accesos y ventanas tapiadas, lo que ha dado pie posteriormente a numerosos actos de vandalismo descontrolado y a la ocupación ilegal de algunos espacios interiores. Los jardines se han ido abandonando paulatinamente también, junto a la creciente negligencia respecto al cuidado y conservación de las importantes piezas escultóricas que allí se habían situado. El destino de estas obras no puede ser más descorazonador, la escultura de Miró ha sido directamente vandalizada y pintarrajeada; otra obra titulada El devorador de pájaros, realizada por el artista belga Christian Silvain y que se instalaría en 1994, simplemente ha desaparecido.Sin embargo, casi inmediatamente se comenzaría también en ese mismo espacio la realización de un pabellón para albergar a la Banda de Música Municipal y un denominado e innecesario Kiosco de la Música, ocupando parte de los jardines posteriores anexos al edificio principal del Parque. También se construiría un gran espacio lateral semienterrado destinado a almacén y aparcamientos para más de 80 plazas. Todos estos últimos edificios de nueva planta han sido terminados y muestran hoy en día un importante grado de abandono aparente. Curiosamente, en este tiempo se han añadido otros elementos que no eran esenciales a la rehabilitación como el mástil escultórico del artista José Abad.El demolido espacio del teatro Pérez Minik. Foto: FGBLa duda que se plantea ante estas últimas acciones es si los recursos disponibles han sido bien administrados. Más que hacer nuevos edificios podemos pensar que hubiera sido más razonable dedicar el presupuesto disponible a reparar y rehabilitar realmente el edificio que motivó la intervención, la estructura central proyectada por Estanga y Vallabriga. Terminar lo que se había comenzado y no dejarlo en su fase inicial a merced de las inclemencias meteorológicas y de la acción descontrolada de desaprensivos.Parece necesario volver a replantear inmediatamente el plan de intervención en ese lugar para lograr aportar los recursos necesarios en un lapso razonable de tiempo. Es preciso exigir el esfuerzo de las instituciones para el arreglo de lo realizado incorrectamente. Tanto aquellas que han estado directamente implicadas, como Ayuntamiento de Santa Cruz y Consejería de Cultura del Gobierno Canario, como otras que pueden ayudar, como el Cabildo de Tenerife y Ministerio de Cultura.El advenimiento de la crisis económica y su secuela de descalabros presupuestarios en todas las administraciones públicas han hecho el resto. La situación actual es que esta instalación, que constituye una parte importante y visible del centro de la ciudad, se encuentra abandonada y en un proceso de destrucción paulatina que merece una actuación inmediata de nuestras autoridades responsables.Como primera medida, parece prudente no volver a permitir que continúen ostentando esa responsabilidad aquellos que hayan estado directamente implicados en este desaguisado. La mala gestión y asesoramiento técnico han llevado a una situación extremadamente reprochable. Un escándalo ante el cual los ciudadanos no podemos permanecer impasibles, ya que no tiene justificación razonable.En segundo lugar, sería conveniente hacer algunas actuaciones de emergencia que restablezcan la dignidad del lugar. Una primera medida que no significaría coste apreciable es la retirada de los carteles exteriores dedicados a anuncios y grafittis que afean los muros exteriores. Un esfuerzo algo más costoso podría ser la proyectación de una verja que sustituya al muro actual y ofrezca así una mayor transparencia y visibilidad de los jardines que rodean al edificio. Ello contribuiría a mejorar su mantenimiento y a atenuar el vandalismo en un espacio sustraído a la mirada de los ciudadanos.Acceso tapiado al interior del edificio principal. Foto: FGBUna acción contundente sobre la jardinería abandonada, con la recuperación del mobiliario vandalizado y la limpieza y repavimentación de los paseos interiores podría ayudar también a recuperar de una manera inmediata la dignidad del espacio en inmediato contacto con las calles colindantes. Otro complemento simple y muy barato sería la pintura de las fachadas del edificio principal y la eliminación de escombros y vallas innecesarias.Posteriormente, y con una mayor tranquilidad para tomar las decisiones correctas, se debería pasar a definir un plan de actuación constructivo que implique una verdadera y correcta rehabilitación de los edificios existentes. La intervención en la parte frontal del edificio principal y su interesante capilla, debería considerarse en primer lugar. En una fase posterior, se debería trabajar en la reconstrucción del desaparecido Teatro Pérez Minik y, con ello, producir la recuperación del entorno degradado de las zonas posteriores que se han convertido en una especie de basurero. Un planteamiento de uso adecuado posterior debería estar previsto ya desde antes de iniciar cualquier tipo de obras.La actuación en las dependencias interiores de mayor tamaño, aulas y habitaciones superiores debería acometerse posteriormente, eligiendo previamente y con carácter realista las actividades que puedan contribuir a mantener una utilización que estimule de verdad la actividad cultural y asociativa de la ciudad. Finalmente, se debería acabar tratando adecuadamente el conjunto de las superficies libres ajardinadas que hoy también se encuentran cubiertas por maleza y basura. Unas importantes superficies exteriores que deben mantenerse libres y sin que se añadan nuevos elementos volumétricos innecesarios.Esta es una reclamación ciudadana que está avalada por un clamor de un conjunto creciente de personas que habitan en Santa Cruz de Tenerife y que exige una actuación inmediata y un plan para que en los próximos años se pueda recuperar este espacio señero de nuestra ciudad de una manera coherente.Capilla diseñada por José Rodrigo Vallabriga. Foto: Alejandro Delgado, extraida del libro Arquitectura y Arquitectos de las Canarias Occidentales, del historiador Alberto Darias. 1984.