El partido entre Panathinaikos y Olympiacos debió ser interrumpido en el descanso debido a enfrentamientos entre las dos hinchadas. El encuentro jugado en el Estadio Olímpico de Atenas se reanudó luego de 50 minutos, cuando las agresiones cesaron. Pero a los 30 minutos del complemento fue suspendido definitivamente, por el árbitro Anastasios Kakos, por la tensión que había en el estadio.
Los disturbios comenzaron antes de que inicie el partido y no cesaron por completo horas después de la finalización del mismo. La parcialidad local le arrojó bengalas y asientos a la policía cuando intentó controlar los desmanes. Según medios helénicos, hubo incendios en más de 30 puntos aledaños al Olímpico. La policía local informó que la disputa dejó, al menos, 20 efectivos policiales heridos y 57 simpatizantes detenidos.