El pecho de Homo erectus

Por Robertotherium @Robertotherium
Homo erectus fue una especie de humano que vivió entre hace 2 millones y 100,000 años. Estos fueron los primeros homínidos en dominar el fuego y también los primeros en dejar África para colonizar prácticamente todo el viejo mundo. A pesar de su gran distribución, pocas veces se han podido recuperar esqueletos más o menos completos, por lo que algunos detalles de su anatomía eran un misterio. Uno de esos era la forma de su caja torácica.
Reconstrucción de la caja torácica de KNM-WT 15000. Tomado de Bastir  et al. (2020).
Y antropocéntricos como somos, siempre se ha reconstruido la anatomía de Homo erectus con una caja torácica tipo Homo sapiens, estrecha y en forma de barril. Sin embargo, un estudio reciente cambia por completo el cómo vemos esto. Pues por primera vez, un equipo de investigadores se ha dado a la tarea de reconstruir el aspecto de la caja torácica de este antiguo viajero.
Reconstrucción caduca del esqueleto de H. erectus (izquierda), comparado con H. sapiens (derecha). Ilustración de Roger Hane.
Para ello, se emplearon los fósiles del ejemplar: KNM-WT 15000, mejor conocido como el niño de Nariokotome o niño de Turkana. En este trabajo, se exploró la forma de las costillas, el ángulo y la forma en la que éstas se articulaban entre las vértebras y la presencia de potenciales deformaciones en los fósiles. Además, este estudio consideró también la variación existente entre adultos y jóvenes, con lo que se logró obtener de forma bastante acertada la forma de la caja torácica de Homo erectus.
Modelo digital de los restos de la caja torácica del "niño de Turkana". Imagen de Fred Spoor.
Los resultados sugieren que en realidad, esta especie no tenía una morfología tipo barril como nosotros, sino que poseía, como Homo neanderthalensis, una caja torácica en forma de campana: estrecha cerca del esternón y amplia hacia la parte baja. Pero, a diferencia del Neandertal, los H. erectus poseían una caja aún más primitiva y pequeña, casi como la de los Australopithecus.
Comparación de cajas torácicas de los homíninos mencionados. Original de Markus Bastir.
Estos resultados sugieren que Homo erectus, aunque primitivo, tenía una mayor capacidad respiratoria y que nuestra caja torácica reducida evolucionó recientemente, en el linaje que condujo a nuestra especie. Además, estudios como estos dan cuenta de lo mucho que damos por sentado en cuanto a nuestros parientes extintos y que aún nos queda muchísimo por descubrir.
Fuente
Bastir, M., García-Martínez, D., Torres-Tamayo, N., Palancar, C. A., Beyer, B., Barash, A., ... & Torres-Sánchez, I. (2020). Rib cage anatomy in Homo erectus suggests a recent evolutionary origin of modern human body shape. Nature Ecology & Evolution, 1-10.