Hambre, desnutrición, pobreza, calentamiento global, violencia machista, guerras, consumismo, religiosidad, y un largo etcétera serían los problemas de la humanidad. Cualquiera diría que delante de ellos están los corazones de dirigentes y poderosos que tienen en sus manos la solución pero la maldad que albergan y la dureza de su esencia no les permiten hacer nada al respecto. Y ¿no estaría -digo yo- la estupidez por encima de todo esto?
Cuando leo blogs amigos, como Kabila, lo que encuentro son una y otra vez casos de estupidez que le hacen tremendo daño al mundo, una forma muy inteligente de mostrarnos claramente la actualidad, una actualidad plagada de sinsentidos. Cuando doy una mirada a las noticias en la red, me encuentro cantidad de estupideces de empresarios, gobernantes, y gentes de todos los ámbitos. Parece más fácil de combatir la maldad que la estupidez, parece que hace más daño al mundo la idiotez absurda de algunos, que la maldad y la dureza del corazón de los hombres.
Para la muestra unos cuantos botones:
España necesita un partido de extrema derecha,
La empresa privada hondureña aferrada a mantener su golpe de estado,
El PP es el ejemplo de un grupo de estúpidos haciéndose daño a sí mismos,
La derecha histérica, bipolar, soberbia y caníbal de Chile,
El alcalde de Vic defiende que limitar el empadronamiento de inmigrantes es una medida legal,
Es mentira el calentamiento global,
Y para finalizar les dejo las leyes fundamentales de la estupidez humana de Carlo M. Cipolla :
Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo.
La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.
Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.
Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.
La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.