El peligro de llamarse Nerea, de Elisa Cotarelo

Publicado el 06 febrero 2014 por Xula


El peligro de llamarse NereaElisa CotareloASIN: B00EPO8ZUOFormato: Digital– 414 Pág. Editorial: Autopublicación

"Todo el mundo tiene una vida pública, una vida privada y una vida secreta" Un viernes tarde, Nerea no regresa a casa tras salir del Instituto. Horas más tarde, su padre denuncia la desaparición en Comisaría. Lo que en principio se presenta como una simple fuga, se convierte en desaparición inquietante pocas horas más tarde y en un escalofriante caso unos días después. El Inspector Núñez, Jefe del Grupo de Homicidios de la Comisaría de Oviedo, se enfrenta a su última y más complicada investigación: un inteligente psicópata opera al amparo de la red. Falsos perfiles en redes sociales, fotografías engañosas, direcciones IP craqueadas y el anonimato de Internet sumergen en un laberinto al veterano Inspector, que, a mayores, ve complicarse la investigación cuando, pocos días después, una mujer joven aparece asesinada en un monte cercano a la ciudad vetusta, desnuda y con el cuerpo parcialmente quemado para impedir, supuestamente, su identificación. ¿Se trata de Nerea? ¿No se trata de Nerea? Son cuestiones que se irán despejando a lo largo del tiempo. Un tiempo de espera en el que la vida de los protagonistas dará un giro radical, de 180 grados: los padres de Nerea irán descubriendo la "vida secreta" de su hija y también la suya propia; al igual que el propio Inspector Núñez, solterón a punto de jubilarse, al que la vida obsequiará con un "regalo" cuando menos lo esperaba.
Un día como cualquier otro a finales de diciembre abrí el correo y fui a mi carpeta “Libros por leer” que es donde guardo los correos que adjuntan archivos enviados por los autores. Cuál fue mi sorpresa al encontrar casi al final esta novela que se me había olvidado totalmente que estaba allí. De alguna forma no había quedado registrado en mi Excel mágico, así que tras revisar en Amazon la incluí entre las primeras novelas negras de 2014.
La novela nos narra la historia de la desaparición de Nerea, una niña de 13 años. A lo largo de los capítulos va saltando temporalmente desde la perspectiva de ella, la de su padre y la de la investigación. De esta manera vamos viendo el antes y el ahora, y conseguimos poco a poco ir atando cabos de lo que ha sucedido.
No se trata de una novela negra o policiaca al uso, sino que tiene una profundidad especial, tanto en sentimientos como en situaciones. Resulta tan realista que da un poco de miedo, no solamente por lo terrible de la situación sino por la lentitud y los problemas generados por el sistema español. Y de eso la autora sabe mucho, porque fue policía y eso se nota en todo: las descripciones, los movimientos,… Por suerte, según asegura, no se trata de ningún caso real pero bien podría haberlo sido.
Una de las primeras cosas que me ha sorprendido ha sido su ubicación porque no sabía que se situaba en Oviedo. Conozco muy bien todas las zonas porque pase muchos años allí estudiando, y me ha encantado reconocerlo en las páginas de una novela. Por lo que he leído en algunos blogs, una de las quejas principales es el exceso de datos de esta ciudad, sobre todo en lo que se refiere al nombre de las calle. A mí me resulta muy evidente decir “Subió por Fuerte Acebedo”, pero quizá para otros sea algo más inútil.
A pesar de un inicio muy fuerte, con un capítulo inicial donde narra la desaparición de Nerea, la primera parte se puede hacer un poco lenta ya que vuelve atrás para situarnos en la vida diaria de Nerea. Y aunque en el fondo se que era necesario, no pude evitar que esas páginas pasaran más lentamente.
Aunque esa lentitud y detallismo se terminan traduciendo en unos personajes excelentes: Nerea, Fran y Rosa están muy bien caracterizados. Consigue de esta manera hacernos sentir una gran empatía por los dos primeros, y bastante desagrado por esta última. Para ello recurre a una serie de “mini-relatos” que parece que nos desvían del tema, pero que consiguen el efecto buscado de conocer claramente a todos los personajes, principales o secundarios.
En el fondo nos está hablando de situaciones peligrosas que pasan por inocentes: de los problemas que la falta de afecto familiar puede causar en una adolescente con falta de autoestima. De la necesidad de supervisión a los menores en el uso de las redes sociales o internet en general. De la información y comunicación sumamente necesarias para evitar estos dramas.
También he leído en algunos sitios que hay quien considera raro el comportamiento de Nerea, e incluso mal llevado. Yo tengo que decir que a mí me parece tremendamente lógico. Toda la introducción nos sirve para entender cómo se siente y porque actúa como actúa. ¿Qué nosotros no lo hubiéramos hecho? Vale, seguramente cualquiera de nosotros tiene más de 20 años, y entiende más que una niña de 13 años. Una niña deprimida, que se siente sola e insegura. Porque eso es lo que realmente hay que tener en cuenta.
Aunque desde el principio vemos venir lo que ha sucedido, con horror creciente y una repugnancia en el estomago difícil de quitar, resulta no ser como habíamos pensado y finalmente nos sorprende con una explicación que no esperábamos. Eso no le quita importancia a todo lo demás, aunque si nos ahorra ciertos detalles que era mejor no leer. Siento ser tan criptica… pero cuando lo leáis lo entenderéis.
Todo esto sucede en la primera parte, que como veis, está cargada de contenido. Mientras que la segunda, se centra más en la investigación en sí misma. Con ella aparece el personaje del inspector Nuñez: un viejo inspector al borde de la jubilación que realmente vive su trabajo. La definición es igualmente excelente que la del resto de personajes y tanto él como su equipo resultan muy convincentes.
El ritmo desde este punto aumenta, y a pesar de que el procedimiento sigue siendo lento, puede resultar más entretenido para los amantes de la novela policiaca al uso. Eso sí, respetando los tiempos reales de la burocracia española. Que esto no es CSI donde lo solucionan todo en un turno de trabajo.
Cuando llegamos al final, casi lo sabemos todo: el quién, el cuándo y el cómo. Lo que resulta más atractivo es el modo que deben encontrar de inculpar al responsable. En ese sentido, es igual de pausado y realista que toda la parte anterior. Y por supuesto, queda cerrado. No creo que haya posibilidad de una serie del inspector Núñez, por mucho que me pueda haber gustado. Más que nada porque su edad no se lo permite a no ser que sigan subiendo la edad de jubilación.
Y tras este final por fin podemos entender que significa realmente el titulo. Y os aseguro que no es para nada lo que os imaginabais, al igual que no resulta ser lo que parece todo lo que vamos imaginando a lo largo de las páginas.
En resumen, se trata de una novela con una narración sencilla pero con mucho detalle, que aunque en ciertas partes avanza ágilmente también puede hacerse lento en otras. Yo la recomiendo sin dudarlo, tanto si buscas una novela de suspense como una crítica social. Está bien escrita y documentada, es coherente y casi adictiva.