Ayer se agotaron los adjetivos. 45 minutos para guardar en la memoria, para contarlo a los nietos.Para sentir el privilegio de ser del Barça en estos maravillosos años.
Ayer Messi hizo un golazo vestido de sí mismo, dio una asistencia disfrazado de Laudrup y se vistió de Cruyff en un penalty que hoy ya es eterno.
Ayer lo del Barça no era futbol, era magia. Los regates de Neymar, la batuta de Iniesta, Busquets omnipresente, Suárez con otro hattrick, y el resto sacados del guión de una película, como si enfrente el rival (gran rival por cierto) apenas existiera.
Y el penalti …….. fue un grito a Cruyff “Johan, contigo empezó todo” para que el 2-0 frente al cáncer acabe en feliz goleada,
Ayer fue como un sueño que recordaremos siempre.
Y algunos ¡pobres! empeñados en ningunear todo lo que huela a culé, empeñados en ver desprecio donde hay genialidad, en ver soberbia donde hay compañerismo, en fijarse en la puntera de Suárez a ver si pisa la raya en lugar de quitarse el sombrero ante la astucia.
Ya no es que ladren porque cabalgamos, es que nuestro galope los va a dejar sin voz.