Ilustración Maryam Ebtekar.-Constantinos P. Cavafis-A menudo, cuando veo jugar al ajedrez,sigue mi mirada a uno de esos peonesque, poco a poco, van hallando su caminoy logran llegar a la última línea.Con tanto celo camina hacia su meta,que aquí realmente parecen comenzarsus alegrías y recompensas.Muchas tribulaciones encuentra en su camino.En diagonal sus dardos le disparan los alfiles;las torres lo acometen con sus anchoscorredores; entre sus dos cuadros, veloces intentanlos caballos atraparlo con engaño;de aquí y de allí, acechado por la angular amenaza,avanza un peón por su camino,desde el campo enemigo despachado.Mas escapa de todos los peligrosy consigue llegar a la última línea.Qué triunfante llega a aquí,a la temible línea final.¡Con qué alegría alcanza su propia muerte!Pues aquí morirá el peón,sólo para esto eran sus afanes.Por la reina, que ha de salvarnos,por resucitarla de su tumba,vino él a caer en el infierno del ajedrez.