"Ni me hable de Köln Concert, es espantoso. El piano era horrible y yo me sentía mal esa noche. No sé por qué a la gente le gusta. En realidad me duele que muchos me conozcan solo por ese disco" parece que le dijo el pianista al musicólogo Diego Fisherman. Resulta que había pedido un piano Bösendorfer 290 Imperial, y el personal del Opera House de Colonia le puso uno de la misma marca pero otro modelo, mas chico y con defectos y fallas de afinación, pedales y nosécuantascosasmas. Como respuesta a las contrariedades Jarrett impuso su oficio para la performance que luego se convirtió en el usualmente considerado mejor disco de piano solo de la historia del Jazz.
Como me explayé bastante con lo que yo creo que piensa la gente de las columnas de Hugo Ash, haré lugar para decir que no confío demasiado en lo que declara Jarrett, que probablemente disfrute despreciando el disco que a todos mas le gusta. Por las dudas yo también prefiero sus trabajos en trío con Gary Peacock y Jack DeJohnette, o mas todavía los insuperables 'Mysteries' y 'Shades', registrados al igual que el Köln Concert en 1975 y editados al año siguiente, con Dewey Redman en saxo, Charlie Haden en bajo, Paul Motian en batería y Guilherme Franco en percusión. (En 2011 los reeditaron juntos en un indispensable album doble.)
Por supuesto no me voy a poner a resumir el elaborado enlace que propone Ash entre los conciertos de Colonia y los cuestionamientos a Lionel Messi, pero quedemos en que mas allá de lo que pueda decir yo o el propio intérprete, lo mejor es poner el Köln Concert y escuchar la maravillosa música que es capaz de hacer Keith Jarrett con un piano de mierda.