Pues yo creo que en Alemania ya han superado la ‘pepinofobia‘. De hecho vas por allí y ves pepinos por todos lados, al menos en Berlín. No sé si será por el rollo bohemio que llevan los berlineses pero lo cierto es que nuestros pepinos ya vuelven a formar parte de su vida de forma plena y nadie los teme. De hecho ahora le quieren echar la culpa a la soja, que todo el mundo sabe que es más sosa y que tiene menos gracia.
De hecho, como yo le escuché a una alemana la pasada semana: “donde esté un buen pepino español que se quite eso de la soja“. Y es que poquito a poco hemos vuelto a ganarnos su confianza. Y a los hechos y las pruebas me remito. El pepino español se muestra orgulloso por algunos de los lugares más emblemáticos de Berlín y los alemanes admiran a este delicado producto de la huerta española. Algunas fotos dan buena cuenta de ello.
¡Vaya pepinazo!
¡Reichstag empepinado!
Homenaje
Y si os digo la verdad poco más duro el pepino andando por Berlín. La calor hizo que una ‘jauría’ de españoles hambrientos lo cortara a finas rodajas con un poquito de aceite y sal y se lo comieran vilmente. Pero aquí queda la prueba de que nuestros pepinos son sanos y saludables y que nadie puede resistirse a ellos.