No hay invierno que me resista a escribir una entrada en el blog acerca del mito Aegithalos caudatus. Entre mis imágenes favoritas de esta estación se encuentra la de los pequeños grupitos familiares de esta pequeña bola de plumas, volando erráticos de un lugar a otro, en aparente desorden y llenando el aire con su reclamo incesante.
En este continuo ir y venir, los mitos se convierten en verdaderos equilibristas de árboles y arbustos, buscando pequeños invertebrados en todas las posiciones imaginables. Así, tan pronto suben verticalmente por las ramas...
como se cuelgan de las ramitas más finas
y tampoco hacen ascos a buscar pegados a los troncos.
Estos grupos invernales pueden verse en casi cualquier área arbolada, pero en nuestra zona sobre todo frecuentan los parques y los bosques de ribera. Este reducido grupo de 7 aves fue visto por mí hace unos días en una sauceda de la margen de la ría de Avilés.