El pequeño nicolas

Publicado el 24 octubre 2014 por Wig
Aprendí los rudimentos del francés con "Le petit Nicolas". Aquel infante era de lo más imaginativo, curioso y gracioso. Y ahora van y le ponen al mequetrefe "ese" que se ha codeado y dejado en ridículo en inteligencia a la más alta cúpula política y social de España el mismo apodo que el clásico de humor francés. ¿Ironía? No. A mí me parece desprecio hacia el libro de Goscinny. Ya me dirán si "Spain is different". Es como si lo trataran como una chiquillada de tres al cuarto. España es cazurra por naturaleza, supongo. Los ladrones del dinero público y del futuro del país no van a la cárcel, se les alaba y se les intenta imitar. Los futbolistas cobran más que el gasto social del país. Y todos embobados. Se nacionalizan bancos que se deberían haber dejado hundir en lo más profundo de los piélagos furiosos de la Odisea. Y todos embobados. A las mujeres, qué les voy a decir que ya no sepan al respecto. Me recuerda a cuando Carlos III intentó prohibir  la capa que cubría a los caballeros de que le echaran los excrementos por los balcones al grito de "agua va". Casi acaba con el reinado. Fueron más cosas, claro está, lo que ocasionó el motín de Esquilache , pero el vulgo, como quien diría, era el vulgo. En fin, sin ofender a nadie nada más que los que se dejaron tomar el pelo por un chaval a mi entender por pura avaricia y afán de favores, puesto que España no está en la imagen que  exportamos glamurosamente en la prensa, sino en esos sensacionales proyectos culturales y científicos que triunfan fuera de "Spain", que se ocultan por las instituciones, y  que nacen del esfuerzo de personas comprometidas con el futuro  y se crían en colectivos independientes, dejo de escribir por hoy.