El perfecto comensal

Por Glamourdelust
¡Hola, hola, holaaa!
Hoy hago un paréntesis en nuestras reseñas gastronómicas para hablaros de unas cuantas cosillas que os podrían venir bien para estos días en los que salimos más a comer fuera: cómo ser el perfecto comensal.
También quiero comentar estos puntos con vosotros porque últimamente me he cruzado con gente que parece no tener modales algunos y, menos aún, vergüenza.
Comencemos:
  1. Cuando estemos en un restaurante (bar, cafetería...) tenemos que darnos cuenta de que no estamos en casa por lo que cosas como descalzarse, eructar, empujar con el dedo, hablar a gritos, etc, se deben evitar.
  2. Por mucho dinero que vayamos a gastarnos en tal sitio, no podemos tratar a camareros y demás personal como si fuesen esclavos, así que no olvideis saludar, dar las gracias, pedir las cosas por favor y, sobre todo, ser respetuosos.
  3. Tampoco debemos olvidar que ni camareros ni cocineros son voluntarios, están ahí trabajando, y como en todo los trabajos hay que intentar hacer las cosas lo mejor posible, por lo que si hay algo que no es de nuestro agrado o que consideramos que no está en buenas condiciones, no nos podemos callar, más vale devolver un plato a la cocina que no coger una indigestión...
  4. Que quede claro que no soy partidaria de las propinas, pero sí que suelo dejar algo cuando el servicio ha sido excepcionalmente bueno. Es cierto que con lo que dejamos hacemos un gran favor a los que lo reciben, pero tampoco debe ser una costumbre, ya que de ese modo lo único que conseguiremos es que les paguen menos.
  5. No pidáis más comida que la que vayáis a consumir, ya que todo lo sobrante se tira a la basura y no se debe desperdiciar ningún alimento por insignificante que nos parezca.
  6. Sed pacientes, y si tenéis prisa id con tiempo, porque rara será la vez que estéis en un sitio solo y puedan volcar toda la atención en vosotros.
  7. Si no habéis estado en el sitio previamente, dejaos aconsejar, que no os dé vergüeza hacer mil y una preguntas con tal de saber claramente lo que vais a pedir y si os va a gustar o no. Hay gente que devuelve platos una vez los han probado porque no es lo que esperaban, pero a mí no me parece una práctica especialmente loable.
  8. Que no os den gato por liebre: aseguraos de que os traen lo que habéis pedido, de que todo sale a la temperatura adecuada y de que os tratan como es debido.
  9. Insisto: estáis trantando con personas y a todos nos gusta que nos agasajen cuando hacemos algo bien, así que no dudéis en felicitar a camareros y cocineros si habéis pasado una velada deliciosa con comida aún más deliciosa.
Y por último y lo más importante, recordad: el cliente no siempre tiene la razón, así que dejad el orgullo en casa y no olvidéis que habéis salido a pasar un buen rato.

Un último consejo: ¡disfrutad del momento!


 



Aquí nos quedamos por hoy.
Espero que hayáis pasado un buen rato con estos (¿útiles?) consejos y ya me diréis si los ponéis en práctica :)
¡Un besote muy grande a todos!
Carolina.