Cuando Patrick Süskind escribió El Perfume, historia de un asesino en 1985 consiguió dos cosas fama mundial y vender quince millones de ejemplares. Se convirtió en un best seller en poco tiempo y fue leído por gentes que empezaron a oler la madera, el vidrio, el pomo de una puerta, el sobaco de su amante e incluso el vello púbico propio o ajeno. Porque leer el perfume te lleva a olerlo todo, a saborear los olores.La vida de Jean-Baptiste Grenouille asesino de muchachas esta marcada por dos hechos: que sea capaz de olerlo todo y que él no desprenda ningún olor, y es precisamente eso lo que le convierte en un ser despreciado, odiado y temido. En un mundo actual en el que los olores han dejado de formar parte de nuestra vida, Patrick Süskind nos habla del pasado, del instinto, de una vuelta al origen, de que debajo del perfume que usamos es nuestro olor a humanidad lo que nos hace reaccionar ante nuestros semejantes. Somos animales que nos creemos personas. Seguimos nuestros olores como bestias, buscamos la atracción del otro con el olor. Debajo del jabón subsiste el animal que fuimos. Por encima del retrato social de una época, de un país, la Francia del siglo XVIII, Süskind nos habla de nosotros, de lo poco que hemos cambiado desde que éramos monos y vivíamos colgados de un árbol. Supongo que la mayoría de ustedes conocen el libro, supongo que todos se han dejado seducir por el perfume agrio del papel o el inodoro del ebook, que han paseado sus ojos por sus letras oliendo la estancia. Si no es así es un buen libro para volver a un pasado, para leer en verano entre parras floreciendo, aspirando el campo, metiéndolo en su nariz mientras sus ojos pasean por la historia de un asesino que sólo quería ser uno más, oler como el resto. Y consigue el mejor perfume posible, un perfume que le salva de la horca . Lean. Estoy segura que no les defraudará.
http://feedburner.google.com/fb/a/livefeed?id=ri6e1gq8734efuk7f5arnr56ic