Los paramilitares son miembros de una organización civil dotada de disciplina militar, que ataca objetivos marcados por quien les paga. Los paraperiodistas son periodistas que, también bajo disciplina militar, arrojan bombas informativas sobre objetivos definidos, igualmente, por quien les paga.
Ciertas “noticias” de impacto –o mejor dicho, consignas- creadas por estos paramilitares de la prensa, son rápidamente repetidas en cadena por otros medios, hasta crear una “corriente”, es decir, una campaña.
Son las habituales bombas informativas arrojadas, por ejemplo, sobre conocidos objetivos internacionales, como los gobiernos de Cuba o Venezuela.
Esta propaganda de guerra actúa siempre sobre terreno previamente bombardeado. Sobre Cuba y Venezuela existe ya una matriz de opinión muy moldeada durante años, que ha impuesto en las audiencias una opinión de absoluto rechazo y condena: ambos gobiernos son, para la mayoría, dos dictaduras, dos regímenes totalitarios.
Y en este juego del paraperiodismo todas las corporaciones mediáticas –todos los grandes medios, casi sin excepción- comparten ideología común, intereses de clase... y los mismos objetivos de guerra.
Paraperiodistas, tertulianos, directores y dueños de medios... conforman ejércitos destinados a moldear las mentes, torcer la voluntad de los pueblos y preparar el terreno para la intervención en aquellos países que se resisten a sus intereses.
La pregunta se torna ya urgente: ¿cuándo se generará un movimiento ciudadano que se movilice contra este paramilitarismo mediático?
Cubainformación TV – Basado en un texto de Ángeles Diez- CubaDebate