Tal cosa le sucede a Dakkariel, quien inicialmente cuida a Julie, una chica que ha sufrido mucho en la vida, de quien su ángel se siente responsable y a quien le cuesta contemplar como sufre la pobre en el mundo terrenal sin poder intervenir, es la orden de Dios. Es cuando empieza a revelarse e interrogar por qué se ha permitido que pase tantas penurias cuando es un alma tan noble. El ángel sin darse cuenta empieza a ceder ante ciertos deseos y nuevos sentimientos recien despiertos, cuando de un momento a otro se encuentra entregándose en carne a la chica.
Es cuando se desata una guerra entre cielo e infierno.
Pero puede que todo estuviese más que planeado, puesto que Julie, no es lo que parece ser, y es muy tarde ya, el antiguo ángel guardián tiene alas negras y las puertas del cielo y el infierno se han cerrado para él, ¿A dónde va entonces a parar? ¿Qué destino le depara sus actos?
Lo único que no me gustó o me pareció apresurado fue la forma en como Julie recibe a Dakkariel tras descubrirlo su ángel, cuando ella por primera vez logra verlo físicamente, no hay interrogantes ni historias, sólo pasión, sexo y… según amor.
Es una lectura entretenida, tiene acción, fantasía pura, erotismo, ¿quizá el autor pone de manifiesto sus verdaderas creencias religiosas? Bueno, la controversia siempre va de la mano con la religión, sobre todo cuando se pone a la palestra las contradicciones y misterios inherentes.
SINOPSIS
¿Alguna vez oíste hablar del amor impío? ¿Sabes por qué se les negó a los ángeles la libertad de amar y decidir sobre sus actos? ¿Por qué se exilió a la raza de los nefilim en El Olvido? Éstas y muchas cuestiones más se verán reveladas a través de estas líneas. Yo, el ángel Dekkar’iël, fui designado por la madre creadora para custodiar y salvaguardar la vida de Julie, una joven que, en su vida anterior, puso en jaque tanto a Dios como a Lucifer por culpa del amor impío. Por amor me vi obligado a emprender un viaje sin retorno, en el cual tuve que abandonar toda esperanza e ilusión, tan sólo para poder otorgarle a un alma atormentada la oportunidad de redimirse ante los ojos de nuestra creadora.