El peso de una sombra de Esther Peñas

Publicado el 15 noviembre 2011 por Duermevela
Título: El peso de una sombra
Autora: Esther Peñas
Editorial: Odisea
Género: Homoerótico
Páginas: 228
Precio: 19.95€
Sinopsis:
La melancolía y el misterio que envuelven a Clarice Owen hacen sucumbir a todas las féminas que se reúnen cada noche para oírla tocar el piano en El Secreto. Ninguna se ha resistido al encanto de la triste pianista, ni a su cama; pero ninguna consiguió sacarla de esa nostalgia destructiva, excepto Laura.
¿Qué misterios esconde esta femme fatale tras ese caparazón de hielo? ¿Qué es lo que la hace parecer tan misteriosa y afligida? Berta será nuestra guía para descubrir los secretos más profundos de Clarice y acercarnos a una historia que te llegará a lo más profundo del corazón.
Clarice tendrá que curar sus heridas para reconciliarse consigo misma y recuperar su capacidad de amar. ¿Podrá hacerlo?
Opinión de MJ:
Lo primero que me llamó la atención de este libro fue su portada, muy sencilla pero muy llamativa, al menos para mí. Un sofá (supongo) rosa por el que asoma la cabeza de una mujer con el pelo muy largo... ¿Qué hace? No se sabe hasta que se leen las primeras páginas del libro y se conoce a la protagonista y su estilo de vida.
No solo la portada nos engancha e incita a leer las páginas que contiene, nada más leer el primer párrafo nos quedamos totalmente prendadas de la narrativa, de la manera de la manera en que la autora nos presenta a su protagonista, ese misterio en el que lo envuelve todo nada más empezar y ese sentimiento indescriptible que transmite en cada una de sus palabras. No exagero cuando digo que me enamoré de su forma de expresión, de ese párrafo y posteriormente del libro. Así empieza la historia:
Clarice Owen era la chica con los ojos más tristes de toda la ciudad. Mantener su mirada era como abrazarse sostenidamente a una melancolía infinita que se contagiaba y de la que, no obstante, separarse hacía daño. Imposible conocerla, siquiera contemplarla, y no rendirse a esa fascinación que su alma quebrada ejercía. Su embrujo provenía de una herida no cerrada cuyo olor, ese olor a sangre que emana despacio y que supura un dolor silencioso, que solo se reconoce instintivamente, cautiva de manera irremediable a cuantos se acercaban a ella.

La protagonista llega muy bien al lector, el problema es que llega un momento que comete un acto atroz (para mí lo es), y la odié durante bastantes capítulos. No soy de las que piensan "eso lo ha hecho la protagonista, así que seguro que tenía sus motivos y la pobre no estaba bien". No, si eso llega ha hacerlo un hombre le crucificaríamos, así que ¿por qué ser benevolente con una chica? De eso nada, al menos no por mi parte. Ha sido lo único que no me ha gustado, tanto de la protagonista como de la novela. Según a avanza la historia este personaje deja de gustarme, no veo lógico lo que hace, la veo muy niña y algo tonta. Sigue como siempre (fría y distante) pero quiere que la gente siga a sus pies, siempre dispuesta a lo que ella quiera, a que dejen de lado todo si ella quiere... Me parece muy tonto y pedante por mucho dolor que pueda estar sufriendo. Es más, al principio se entiende, pero que la historia avanza y el personaje no evoluciona termina por chirriar; aunque claro, la autora lo dirige bien porque hace cierta cosa al final, un giro muy elegante y sentimental que da razón de ser y que termina por sentenciar de una vez la trayectoria de dolor y sufrimiento de la protagonista. 
Ahora puede que alguien piense "buah, final elegante y sentimental", ya tenemos final feliz, el típico. Pues no. Ni es feliz ni es triste, personalmente me encantó porque es un gran broche final que no rompe con el tono general del libro, no es un pegote rosa sentimentaloide para que todo el mundo acabe contento y feliz, como suele pasar en la mayoría de las novelas. Aquí algunas historias acabarán bien, otras mal y otras tantas quedarán en tablas. Tal como la vida misma, como la misma autora fue plasmando en cada una de las líneas de su  novela. Cada personaje es un mundo y cada de uno de ellos tomará los sucesos de una manera diferente a la de al lado.
Esta chica es bellísima e inteligente, (cirujana de profesión) arrastra consigo un gran dolor por haber perdido a su amor, y no solo por eso, sino por no saber dónde está enterrada por el homófobo del padre de la difunta. Esto la mata por dentro, no poder presentar sus respetos frente a una tumba, visitarla y demás, no la deja seguir hacia delante, cerrar ese capítulo de su vida. Por ello se comporta tal y como lo hace a lo largo de la novela.
Con estos datos podríamos pensar que la autora narra su historia mediante la voz de la protagonista, pero nada más lejos de la realidad. Utiliza a la novia difunta para ir relatando lo que ocurre. Otra cosa no, pero curioso y fuera de lo normal sí que es, y para no engañar a nadie, le sale muy bien. Hay cosas que ella sabe por conocer a la que fue su pareja y nos las pone, y otras que desconoce y nos quedamos sin conocerlas.
Además tendremos a la tercera en discordia que obligará, a veces queriendo y a veces sin querer, a que la protagonista salga de su castillo amurallado para volver a vivir, querer, e incluso ser feliz.

Una de las cosas que me ha gustado del  libro (una de tantas), es la forma de tratar la relación entre la homosexualidad y la religión. Es una relación difícil por la actitud oficial de la Iglesia, pero por ser tan tortuosa ¿ambos reniegan de raíz del otro? ¿Los homosexuales no creen en el dogma? ¿De verdad todos los integrantes de la Iglesia piensan que es una enfermedad a erradicar? Hay una parte del libro donde se tratan estas preguntas y otras muchas, y he de decir que me encantó. Es más, un par de frases y breves conversaciones irán saliendo a lo largo de este mes en el blog. No tienen desperdicio.
No diré nada más para no fastidiar el argumento, pero os animo a leer esta novela. Un libro recomendadísimo que todo el mundo debería leer. No quiero excusas, ahora mismo vienen los regalos navideños y el aguinaldo. Eso sí, es un libro para leer poco a poco, no de tirón aunque se tenga ganas de terminarlo esa misma tarde. Está escrito con mucho mimo, delicadeza y sentimiento, asi que lo mejor es leerlo a ratos, hacer como el vino... Beber a pequeños sorbos y saborearlo.
 Puntuación: