Javier Rico
Hoy es el Día Mundial de los Humedales, y no es la primera vez que me refiero a él y a los ecosistemas que representa en algunas de las casi doscientas entradas que llevo escritas para este blog. Qué sería de muchas rutas sin los ánades, las garzas, las gaviotas, las lavanderas, los ruiseñores, los cormoranes, los andarríos, los chorlitejos… y tantas otras aves apegadas a las zonas húmedas. Sea en ríos o lagunas, pero también en estanques, lagos y rías de muchos parques, la observación de estas aves deslumbra e impresiona a los escolares, y también al profesorado.
El año pasado, en la plaza Martín Sánchez Pinto, en la localidad madrileña del mismo nombre, vimos junto a escolares del colegio Calasanz cómo golondrinas, vencejos y aviones comunes realizaban vuelos rasantes para beber sobre la fuente que hay en el centro de esta glorieta. Es una manera más de demostrar la importancia que tienen los puntos de agua en las ciudades.
Tienen importancia por el recurso hídrico que supone para infinidad de aves, pero también educativo. Sean fuentes ornamentales, estanques, lagos o canales, estos pequeños retazos de agua aportan una mayor diversidad de animales y plantas que en muchos casos sirven para observar y estudiar comportamientos de la biodiversidad pegados al centro escolar.
En ocasiones no hace falta que aparezcan grandes especies (en tamaño) para llamar y concentrar la atención. Es cierto que un cormorán grande o una garza real son muy resultonas, pero también hemos comprobado que las lavanderas cascadeñas, los andarríos chicos, las gallinetas comunes y los pájaros moscones despiertan entusiasmo tanto en las rutas con escolares como con adultos.
En este curso ya llevamos unas cuantas sorpresas derivadas de nuestro paso por diferentes zonas húmedas. Como siempre, a la cabeza está el río Manzanares. Hay tramos urbanos de escasos cien metros en los que hemos llegado a identificar más de quince especies: andarríos chico y grande; lavanderas cascadeña y blanca, cormorán grande, gaviotas reidora y sombría, ruiseñor bastardo, pájaro moscón, gallineta común, garza real, ganso del Nilo, mirlo común, agachadiza común, ánade azulón, mosquitero común, petirrojo…
Muchas de ellas las hemos visto también en láminas de agua de parques, como el de Prado de la Casa, en Humanes, o el Emperatriz María de Austria y la Casa de Campo en Madrid. Y deseando estamos de ver qué descubrimos durante febrero en El Retiro y sus estanques y rías con el colegio Nuestra Señora de la Almudena, el primer centro escolar con el que comenzamos a realizar las rutas de Aver Aves.
Celebramos pues un año más el Día Mundial de los Humedales con los más urbanos, los que visitamos con escolares y familias, y recordamos que tienen que ser zonas muy vivas para garantizar que se cumpla el lema de este año: “humedales y biodiversidad”. Ya hablaremos con más extensión de esto, pero cuidado con el exceso de “limpieza” de la vegetación de las orillas de estanques y lagos, se pierde no solo diversidad botánica, sino también la de las aves que la utiliza como descanso, refugio, búsqueda de comida o lugar de nidificación.
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