El placer egodistónico II: ¿Por qué me cuesta tanto?

Por Conmigoaprendi @conmigoaprendi

Cuando hablamos coloquialmente de las costumbres o hábitos de una persona, tendemos a decir que son muy difíciles de cambiar, y no estamos mal encaminados.

A base de repetir, repetir, repetir y repetir una misma conducta, ésta se acaba por convertir en una costumbre, algo que hacemos sin darnos cuenta de que lo hacemos.



En los pequeños, es muy fácil instaurar hábitos. Es la etapa evolutiva en la que somos más flexibles y adaptativos y aprendemos con más rapidez.

Para mi un hábito "universal", son los rituales personales de cada mañana. Cada uno de nosotros hace algo diferente por la mañana. Habrá quién se duche, otros que tomen café nada más despertar, que recojan rápido la casa, que se vistan, que despierte al resto de la familia... Lo hacemos de manera inconsciente y nos resulta muy fácil porque no tenemos que pensar en ello. No nos supone un gran esfuerzo, simplemente lo haces.


¿Cómo podemos generar un nuevo hábito?

No va a resultar fácil, pero como ya comenté en este entrada, no todo va a ser hacer lo que te gusta. Todo esfuerzo se verá recompensado. Piensa que si sientes que necesitas cambiar algo, es porque no estás bien. Un pequeño cambio puede valer mucho la pena.