El plan berkowitz

Publicado el 21 marzo 2015 por Aleon @Aleonpizarro
de Mario J. Les.

Título: El Plan Berkowitz.Autor: Mari J. LesEditorial: Atlantis, 2013Páginas: 349.
Resumen oficial.
Otoño de 2001. Un anciano prisionero despierta en su celda como cada mañana desde hace una eternidad. Hastiado de su interminable encierro, aguarda su propia muerte como única salida a su pesadilla. 
Verano de 2001. Tres jóvenes, socios de una modesta empresa audiovisual, reciben entusiasmados la oferta de un excéntrico millonario para realizar unos documentales de naturaleza en Kenya. Sin embargo, pronto descubrirán que no es oro todo lo que reluce en torno a su mecenas. 
Alemania, año 1938. Eyal Bérkowitz forma parte del centenar de presos judíos trasladados al campo de concentración de Flossenburg. Allí sufrirá en sus carnes el abuso de poder por parte del jefe de su barracón. Con el trasfondo de la Segunda Guerra Mundial, Eyal Bérkowitz ideará un arriesgado plan que puede salvar su propia vida… e hipotecar la de otros.
Impresión personal.
Si hay una término que puede describir mi estado de ánimo principal mientras iba leyendo esta primera novela (espero que no sea la última) de Mario Jiménez, ha sido el de sorpresa. He sido una lectora, sin duda, gratamente sorprendida en todos los aspectos en que una novela suele llamar mi atención: su ambientación y sus escenarios; su trama y la historia que me quiere contar el autor; y, evidentemente, sus personajes. Pero además, es que Mario ha conseguido imprimirle a la novela un ritmo que me ha hecho no querer dejarla de lado en momento alguno, convirtiéndose en lectura principal mientras la leí. La estructura de la novela en capítulos cortos, alternando una época con otra y una dosis de intriga enorme en las dos épocas, la convierten en una novela muy adictiva llena de interrogantes que necesitas responder cuanto antes.
Vayamos por partes porque creo que esta historia lo merece.
La primera pregunta que una se hace cuando lee varios capítulos es cómo va a poder el autor unir lo que ocurre en una zona de navarra con la selva en Kenya y todo ello, con los campos de concentración nazi. ¿quien es este pobre hombre que, a fuerza de estar encerrado en una celda, ni siquiera recuerda quien es? Y todo esto ¿que tiene que ver con una joven empresa de comunicación audiovisual navarra o con las penalidades de unos prisioneros en un campo de concentración nazi? Como puede verse una trama compleja y muy difícil de imaginar pero que el autor resuelve magistralmente. Sinceramente, me he quedado perpleja ante el final. Si Mario pretendía sorprender con su "plan" puede estar satisfecho porque lo ha hecho. Cuando uno pretende escapar de una situación como la de los dos protagonistas judíos, uno siempre piensa en la huida a secas pero no se le ocurre que, además de la propia dificultad de la huida en si misma, alguien que huye pueda idear un Plan como el que arbitran en su fuga. Evidentemente, sobre este particular no diré más, para no desvelar nada de la novela más allá de lo que ya indica su propio título.
Por otro lado, todo está relacionado lógicamente aunque hasta el final no somos capaces de desentrañar la relación de todo ello mientras disfrutamos de los paisajes y la fauna de Kenya con unos jóvenes personajes que dan mucho juego y distensión a la novela para contraponerla a la parte más dura del campo de concentración de Flossenbürg. En este ambiente kenyano, aparte de dibujarnos ese paraíso natural, también podemos disfrutar de una dosis relevante de intriga tal y como le ocurre a los miembros de la empresa de comunicación navarra. Como ellos, queremos saber qué esconde el rico anciano que les ha contratado para realizar esas filmaciones, qué contiene el maletín que siempre le acompaña y qué interés o intereses puede tener en Kenya.
De este modo, la novela me ha parecido más una novela histórica con una dosis elevada de intriga y misterio, un thriller histórico, que una novela negra o policíaca tal y como la cataloga la propia editorial. El autor, basándose en unos hechos reales, como son los acontecidos en los campos de concentración nazi, en concreto, en las peculiaridades del campo de concentración de Flossembürg, elabora dos tramas que convergen desde el campo de concentración entre 1938-1945 hasta nuestros días en 2001, tanto en una zona de navarra como en lo acontecido en Kenya.
Algunas veces puede parecer que ya hemos leído mucho sobre la II Guerra Mundial y sobre el Holocausto, pero soy de las que piensa que mientras haya vivencias personales que contar en cualquiera de las zonas afectadas o barbaridades realizadas en lugares muy localizados, nunca me cansaré de leer sobre este tema. Cada víctima lo vivió de forma diferente, cada pueblo, cada familia es una historia abierta en la que me gusta adentrarme y cada asesino, bárbaro o ejecutor alguien a quien no olvidar. Eso me ha pasado con esta nueva experiencia con el campo de concentración de Flossembürg, un campo del que no había leído nada, ni siquiera me sonaba su nombre. El autor nos coloca de forma magistral en el día a día de un campo que, sin ser de exterminio como el de Auschwitz, terminó con la vida de más de 30.000 prisioneros. El campo de Flossembürg (Alemania) estaba concebido más como un campo de mano de obra esclava adonde iban a parar, sobre todo, "delincuentes", antisistemas (antisistemas nazis, claro) y prisioneros de guerra, sobre todo, rusos, además de algunos judíos. Los prisioneros trabajaban en las canteras de granito que tenían las SS y eran mano de obra gratuita para las empresas de armamento y otras que fueron asentándose en los alrededores (Astra, Auto Unión, Opta Radio, Zeiss Ikon, Acerías Krupp, etc). Gracias a este "trabajo esclavo", Flossemburg quedó fuera de lo que se llamó "la solución final a la cuestión judía" ideada por Heydrich para eliminar a todos los judíos de Europa. También fue el campo donde estuvieron presos y fueron ejecutados los responsables de la fallida operación Valkiria contra Hitler, entre ellos su cabecilla, Wilheim Canaris. Todos estos hechos aparecen perfectamente incrustados en el día a día del campo donde a duras penas sobreviven los protagonistas del Plan, Isaac Rabinovich y Eyal Berkowitz, dos compañeros de litera judíos en el Pabellón nº 1 del campo que custodia un monstruo nazi, íntimo amigo de Heydrich, Ludwig von Haüsler.
A la vez que al autor nos muestra la vida de los prisioneros del campo de concentración, en la otra trama, ya en 2001, conocemos a los tres miembros de la empresa de comunicación navarra Mendebaldea Promedi, Alex, su novia Maialen y Fran, tres jóvenes emprendedores que son contratados por un millonario anciano para realizar unas grabaciones en los parques naturales de Kenya. En esta parte, salvando que el autor también nos retrata las miserias del país y su retraso respecto de nuestros cánones occidentales, su descripción del paisaje y de la fauna es inmejorable. Los tres personajes son entrañables e, incluso, diría que excesivamente inocentes al dejarse llevar por un anciano tan misterioso, pero a lo largo del viaje a Kenya van evolucionando y, en cierta manera, madurando mientras se empapan de la vida del país africano. Realmente, me ha resultado relajante su existencia en la historia para amortiguar la dureza de la trama del campo de concentración y la tensión del proceso del plan que se va fraguando en el mismo.
Respecto a los personajes del campo resultan relevantes y bien definidos los dos judíos protagonistas, el fiel y leal Isaac Rabinovich y el cerebro de todo, Eyal Berkowitz, dos presos como tantos otros que hemos conocido en otros campos de concentración nazis que logran ir sobreviviendo al día día del campo y de las atrocidades que en él se suceden. Realmente, mientras conoces su día a día puedes entender y hasta justificar su plan, aunque sus consecuencias al final, en mi caso, no las comparta en absoluto por la carga que supone para sus descendientes. Quiero pensar que fue un plan fallido que no hubiera gustado a quien lo ideó, pero no deja de ser sorprendente por lo bien planificada que estaba su ejecución.
También resulta tan relevante como aterrador el terror que desprende cada vez que aparece en la historia el nazi Ludwig von Haüler, un ser cruel y malvado que disfruta haciendo el mayor daño posible y que esconde un secreto tesoro aún más sorprendente y aterrador. Su relación con Heydrich, uno de los nazi más temidos del régimen nazi, puede dar una idea de las características de este personaje y de su falta total de escrúpulos.
En conclusión, tengo que recomendar esta novela. A mi me ha encantado en todos sus aspectos y ya tiene mérito el autor para ser su primera novela porque tiene una trama genialmente hilvanada con un final sorprendente y redondo, una ambientación muy conseguida basada en su conocimiento, por un lado de Kenya y la documentación amplia sobre la II Guerra Mundial y unos personajes muy reales y logrados.