El plan de parto (parte 2)

Publicado el 06 febrero 2014 por Matronaonline

Ya os comenté AQUÍ en qué consiste el plan de parto, y que puede ser escrito u oral. Vimos que las ventajas del escrito eran, sobre todo, facilitar la atención personalizada desde un principio y evitar tener que estar pensando en que no se nos olvide decir alguna cosa que deseamos.

Puede haber quien piense que no quiere la epidural, pero no se atreva a escribirlo por si en un momento dado la dilatación no está siendo lo que esperaba y no puede tolerar el dolor como tenía previsto. Nada en un plan de parto es vinculante para la mujer. Si desea pedir la epidural tras haber escrito que no la quiere, nadie va a decirle “aaaah… dijiste que no la querías, así que ajo y agua”. El plan de parto busca el respeto de las decisiones maternas y contempla que estas decisiones se puedan ir modificando a lo largo del proceso del parto. El resultado de pedir la epidural, por seguir con este ejemplo, sería el mismo para quien ha llevado un plan de parto negándose a ella que para quien llega al paritorio diciendo “yo quiero la epidural ya”.

Como veis, no es un documento rígido e inmodificable. Estas modificaciones pueden darse también por cuestiones médicas. Os pongo otro ejemplo, si un bebé tras el parto no llora, está blandito y azulado y no responde a estímulos, aunque la mamá haya escrito o pedido que quiere que le pongan al bebé sobre ella tras su nacimiento, en este caso lo colocarían sobre una cuna térmica situada al lado de la cama de la mamá para estimularlo correctamente.

Y en el plan de parto puede haber aspectos que no se puedan garantizar de ninguna manera, por ejemplo “si tengo mucho dolor y estoy cansada, quiero que me hagan una cesárea”, porque una cesárea es una intervención quirúrgica que se hace por un motivo médico, no por cansancio. O peticiones que, por las características del hospital, sean imposibles: parto en el agua si no se dispone de bañera, epidural en hospitales en los que no haya anestesista de guardia las 24 horas, pelota de parto en hospitales que no dispongan de ella…

Algo importante a la hora de expresar las preferencias (verbalmente o mediante el plan de parto), es tener en cuenta que cada profesional trabaja de una manera que puede adaptarse más o menos a un plan de parto. Toda experiencia influye y no me refiero a que la matrona sea más o menos experta, sino a que por sus experiencias vividas, tienda más a unas opciones que a otras. Os pongo un ejemplo, pedís que no se os ponga una vía venosa si no es necesario. Tal vez esa matrona os palpe las venas y considere que puede tener dificultad a la hora de tener que coger una vía en caso de urgencia como un sangrado excesivo tras el parto, porque tenga poca confianza en su habilidad o las venas sean finas (cuando hay hemorragias, se vuelven aún más finas). Y tal vez su miedo venga de que hace unas semanas vio cómo a una mujer dejó de funcionarle la vía y en un momento de urgencia hubo muchas dificultades para coger otra nueva. Si además, comentáis que siempre que os sacan sangre os tienen que pinchar 3 o 4 veces porque cuesta encontrar la vena… El no cogeros una vía desde el inicio, dadas esas experiencias que ha vivido, pueden hacerle considerar que no va a daros una correcta asistencia.

Os he puesto un ejemplo muy básico, pero es para que comprendáis que, muchas veces, el respetar o no vuestras decisiones, depende también de quien os atienda, no respecto a que sean o no respetuosas con vosotras, sino a sus experiencias. En mi opinión, está fenomenal presentar un documento con las decisiones, pero no sólo llevar el papel, sino comentar punto con punto detenidamente con cada matrona. Imaginad el caso de la vía. Si, finalmente, se habla y se decide (siempre conjuntamente) que se va a poner una vía, vuestra satisfacción será muy diferente si os dice “No no, aquí la vía se pone por protocolo, si no la quieres, haber parido en casa” y si os dicen “veo dificultoso el ponerte una vía. Si se da una situación en la que se corra prisa, tal vez no sea capaz y nos suponga un problema”. ¿No creéis que vuestra satisfacción cambiaría? y el resultado sería el mismo, acabaríais con una vía puesta.

Por eso os animo a que vayáis más allá si presentáis un plan de parto, no os quedéis en entregar un papel y ya. Habladlo con vuestra matrona, planificad juntas toda la asistencia para conseguir la mayor satisfacción posible. Esta es una profesión preciosa y estoy convencida de que la mayoría desean que disfrutéis todo lo posible de la llegada de vuestro bebé.

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