El Plan para la implementación de la Garantía Juvenil

Por Xalberte

Hace tiempo que algunos esperamos medidas valientes y ambiciosas en la lucha contra el desempleo, medidas que se correspondan en su ambición y objetivos con las dimensiones de un problema ciertamente muy complejo.

Hasta ahora ninguna de las medidas que se han aprobado y puesto en marcha en estos años responden a esos criterios, desde mi punto de vista. Pero la propuesta de Garantía Juvenil si me parece importante, valiente y ambiciosa, con medidas de calado. Una apuesta vital para enfrentar una de las grandes batallas en la guerra contra el desempleo, la del desempleo juvenil.

El documento es la respuesta a la iniciativa tomada por el Consejo Europeo que indicó a los Estados la necesidad de contar con un Plan de implementación de la Garantía Juvenil para permitir el acceso a los fondos de la iniciativa europea Empleo Joven.

Y agradecidos deberíamos estar al Consejo Europeo por obligarnos a dar pasos concretos para la puesta en marcha de medidas que prevengan la marginación laboral a enfrentar por muchas personas, en este caso las más jóvenes.

En este sentido el documento es de aplaudir. Pero también lo es en cuanto a sus propuestas. De hecho parece un mínimo viraje hacia la coherencia, hacia la puesta en valor  de medidas que hasta ahora han dado resultado en las políticas activas de empleo.

Aunque esto plantea, cuando menos, dos interrogantes: ¿Por qué ahora ponemos en valor medidas que hemos ido desacreditando en estos últimos años? y ¿Cómo vamos a hacer que recursos hasta ahora mermados e insuficientes puedan ser capaces de responder a un plan tan ambicioso?

El documento cuenta con muchos elementos que merecerían una valoración. Pero yo sólo me referiré a lo encuadrado en las dos primeras lineas de actuación de las cuatro que establece el Plan:

1. Para mejorar la intermediación

2. Para mejorar la empleabilidad

3. Para favorecer la contratación

4. Para favorecer el emprendimiento

En la tercera se recoge un conjunto de ayudas a la contratación y rebajas en las cotizaciones. En la cuarta, ayudas y acciones de fomento del emprendimiento con interesantes modificaciones en la capitalización del desempleo y una opción de segunda oportunidad cuando un autónomo se dé de baja en el Reta.

Pero, como digo, yo me refiero de forma exclusiva a las propuestas para mejorar la intermediación y la empleabilidad. En estas es donde me surge cierto desconcierto.

Y es que la primera acción para mejorar la intermediación, y la primera acción del Plan, son las acciones de orientación profesional.

Y me alegro pues considero, obviamente, que son imprescindibles para aplicar cualquier medida de empleo de forma mínimamente eficaz. Pero ¿ qué grado de credibilidad puede tener la propuesta en un contexto en el que la orientación laboral ha sido cuestionada en lo que aporta y se la ha ido marginando, mermando o eliminando?

La segunda acción es la modernización de los servicios públicos de empleo. Un clásico. Lo venimos escuchando “desde siempre”. Exactamente lo mismo. Y algunas cosas se han conseguido, cierto. Pero si realmente se hubiese modernizado el servicio público de empleo no pasaría lo que pasa en las oficinas. Bueno, si realmente rentabilizáramos todo el dinero invertido con este objetivo, tendríamos el mejor servicio de empleo del planeta.

Llegaría con hacer lo que se supone que se puede y se debe hacer en una oficina. La inmensa mayoría de las personas a las que oriento no se siente amparada, respaldada o motivada por su oficina de empleo. Las excepciones tienen que ver con excelentes profesionales que se implican. Llegaría con que una persona que pregunta por una oferta de empleo tramitada por el Sepe y perfectamente identificada pueda obtener más información sobre la misma que la de remitirla a la web con malos modales (una experiencia reciente).

Y, por cierto, después de todo lo invertido en modernización en estos años, tenemos que recurrir a una base de datos nueva, externa y contratada al efecto. No dudo que sea necesario, pero debería hacernos reflexionar.

En este mismo apartado el documento refleja que se prevé contar con la colaboración público privada para conseguir los objetivos temporales marcados, que son ciertamente ambiciosos en nuestro mercado de trabajo y sólo por ello, como ya dije, de alabar. Pero esa colaboración no parece que pueda concretarse en un plazo razonable en este 2014. Especialmente en el primer semestre, donde la Garantía Juvenil debe quedar lista para empezar.

Finalmente, este apartado de fomento de la intermediación menciona  programas de movilidad (de agradecer) y de intermediación educación-empleo, aunque con un desarrollo tan corto que no permite muchas valoraciones.

En la segunda linea de medidas, con la que se pretende mejorar la empleabilidad, se señalan propuestas que se vienen demandando por las características del desempleo y del problema que enfrentamos. Los programas de segunda oportunidad son un acierto importante. De la misma forma que la extensión de la formación en TIC / Idiomas o la recuperación de la formación con compromiso de contratación.

Aquí también se hace referencia a otro programa que se ha venido “desnaturalizando”, al menos en mi entorno próximo: Las Escuelas Taller. ¿ Como puede ser que se calificaran de caros, se reformaran e, incluso, dejaran de convocarse proyectos de Escuelas Taller para que ahora esta sea una medida de lo más acertada ?

Insisto en que es un  documento muy interesante, pero que no cuenta con el desarrollo necesario. Además parece que se dice lo que se quiere decir. Es necesario hablar de la formación Dual o de la movilidad y ahí están. Pero, en cambio, no figuran grandes recursos que funcionan.

Por ejemplo, la ausencia de referencias a las bolsas de empleo de la FP y a las personas que en los centros se encargan de la orientación laboral y de las labores de apoyo a la inserción. Aunque la FP Dual es muy interesante, los centros de FP tradicionales existen en todo el territorio y en muchos se hace un importante trabajo al que aún le queda recorrido. Edulcoro sabe mucho de esto. Además los centros educativos y formativos en general deberían jugar un papel importante en la difusión, especialmente si tenemos en cuenta que los jóvenes que quieran participar tendrán que solicitarlo.

Por cierto que lo que refiere a la participación empresarial también queda un poco cojo. Yo echo de menos algo que refleje cual será el papel de las empresas.  Queda poco claro el cómo pretendemos lograr la contratación, de dónde saldrán las ofertas de empleo. No hablo, obviamente, de una identificación concreta de empresas u ofertas, pero si del papel a jugar por la parte contratante. Se pierde una buena oportunidad para comenzar a dar pasos en cuanto a la implicación de las empresas en las políticas activas de empleo. Hasta ahora continúa siendo demasiado indirecta y sin que jueguen el papel activo y protagonista que precisamos.

Como digo, creo que hay muchos otros elementos del documento merecedores de comentarios y que pueden llevar a reflexiones más amplias sobre cómo luchamos contra el desempleo. Pero no tengo intención de ser exhaustivo. Sólo quería señalar que, en mi modesta opinión, nos encontramos ante una propuesta ambiciosa y necesaria en sus términos pero a la que le faltan explicaciones y recursos para resultar creíble. En cualquier caso ojalá tenga resultados, ojalá que con estos mimbres obtengamos resultados reales.

Porque lo realmente importante es que en la UE le parezca apropiado, que consideren que estas medidas serán útiles y conseguirán los objetivos que nos plantean: que podamos ofertar a todas las personas jóvenes una experiencia profesional o formativa en el plazo de 4 meses.