Quién me iba a decir a mi que iba a estar tan enganchado a un universo que nunca me llamó la atención hasta que en el dueto formado por El origen del planeta de los simios (2012) y El amanecer del planeta de los simios (2014) logró cambiar mi percepción de "las películas de los monos". Por tanto, fueron estas dos magníficas producciones modernas las que hicieron que me interesara por el universo simiesco contado en viñetas, aunque con cierta cautela. Y se podría decir que, como ya hicieran las películas, los cómics también han conseguido sorprenderme enormemente.
Aleta nos trae el segundo volúmen que retoma la historia justo donde lo dejó el anterior. Si en ese primer tomo nos encontrábamos con un producto muy entretenido y sorprendentemente adulto, la continuación no sólo no defrauda, sino que en mi opinión sitúa el nivel un escalón más arriba. Lo que se nos ofrece es justo lo que prometía el tremendo cliffhanger con que concluía el volumen 1. El conflicto ha estallado, y las repercusiones son tan impredecibles como cruentas. El enfrentamiento entre simios y humanos es irreversible y, ahora más que nunca, las posturas de ambos parecen totalmente irreconciliables.
El ritmo del tebeo es una de sus mejores bazas, la trama avanza sin tregua y resulta tan entretenida que su lectura llega a ser adictiva. El guión de Daryl Gregory consigue que hasta en los momentos más pausados tengamos una sensación de tensión por lo que puede venir después. Y esa sensación es la que subyace siempre en las buenas historias bélicas, la impresión de algo que es inevitable pero al mismo tiempo impredecible. Tal vez no supe verlo en el primer volúmen, pero aquí es evidente la intención del guionista de utilizar el universo de "el planeta de los simios" para criticar una situación sociopolítica que bien podría extrapolarse a la realidad actual. Temas tan candentes como el terrorismo, la manipulación política y la obcecación de los gobernantes sumada al borreguismo de las masas, están cada vez más presentes en las páginas de este cómic.
El dibujo de Carlos Magno sigue la misma línea de excelencia que ya tenían los primeros números, con un nivel de detalle muy trabajado y minucioso, y un diseño de personajes magnífico. Me sigue asombrando lo bien que está dibujado el vestuario de los distintos personajes, siendo un auténtico festín visual por lo variado e imaginativo. También es una delicia ver a un montón de simios en una viñeta y fijarnos en las diferencias (ya sea de raza o simplemente de vestuario) entre ellos, haciendo a cada uno de los personajes reconocibles por sí mismos. Las escenas de batalla son espectaculares, y están perfectamente acompañadas por un gran uso del color.
Si consideramos la buena ciencia-ficción como aquella que utiliza recursos fantásticos o imaginativos para reflejar una realidad y hacernos reflexionar sobre ella, no cabe duda de que El planeta de los simios de Gregory y Magno es muy buena ciencia-ficción.
Mi recomendación es que no lo dejéis pasar. Aleta, ¡queremos más!
Mi nota: 9
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