El Planeta X, las ondas gravitacionales y nuestro 5º aniversario.

Publicado el 14 febrero 2016 por Daniel Prieto González @100cerosblog
Hola de nuevo. ¡Hemos vuelto! Siempre ocurre lo mismo todos los años, llega la Navidad y dejamos de publicar, pero se ha alargado un poco. 100ceros no se va a terminar, empezaremos a publicar de nuevo. La ciencia, al igual que la cultura, nunca debe morir, y difundirla es, en mi opinión, una de las mejores experiencias que existen. Así que empezamos.
Durante estos meses (nuestra última entrada fue a principios de noviembre) han sucedido numerosos acontecimientos muy interesantes: nuestro quinto aniversario el 27 de noviembre, el posible descubrimiento de un noveno planeta en el Sistema Solar y las ondas gravitacionales. Por ello, creo que lo mejor es hacer un repaso a todos estos sucesos en una triple entrada.

100ceros, cinco años divulgando ciencia.

El 27 de noviembre este humilde blog cumplió un lustro, una cifra que nunca pensaré que llegaría a alcanzar. Durante estos cinco años y tres meses 100ceros recibió 264.308 visitas, cosa que no hubiera sido posible sin la ayuda de todos los entusiastas de la ciencia que nunca satisfacen su hambre de conocimiento. Para no alargarnos mucho, quiero agradecer vuestro interés en la ciencia y vuestra paciencia en leer artículos, en ocasiones muy extensos, que hacen que cada día tenga más ganas de divulgar ciencia a través de la red. GRACIAS.

El Planeta X: ¿un nuevo vecino?

Posible aspecto del Planeta X
(Fuente: www.abc.es)

A pesar de que es un debate que sigue abierto, el posible descubrimiento de un noveno planeta ha pasado a un segundo plano, debido al hallazgo de las ondas gravitacionales (tema que más tarde abordaremos). Sin embargo, para mí sigue siendo un tema de gran importancia, un hallazgo que cambiará el modo de ver el Sistema Solar. Durante siglos los humanos hemos levantado la vista al cielo: en la Antigüedad descubrimos la mayoría de planetas rocosos, más tarde y con la llegada de la Revolución Científica, empezamos a investigar más allá y nos topamos con los planetas gaseosos. Sin embargo, todavía quedaba uno por llegar, Plutón, descubierto en 1930. Una vez llegado el hoy planeta enano, los astrónomos continuaron buscando otro astro, el misterioso Planeta X. Y sorprendentemente puede que exista.
Uno de los descubridores es Michael Brown, el hombre que mató a Plutón. Es paradójico que la misma persona que quitó a Plutón de la lista de planetas descubriese uno nuevo, un posible candidato a ocupar su puesto en la lista. Hay que aclarar que Brown se considera a si mismo el responsable, debido al descubrimiento de otros planetas enanos en el Cinturón de Kuiper. Este hecho fue el detonante de un polémico debate que, aunque en la sombras, todavía continúa.

Órbita del Planeta X
(Fuente: www.danielmarin.naukas.com)

El Planeta X tiene 10 veces la masa de la Tierra (algo más pequeño que Neptuno) y orbita entre 200-1200 UA (distancia entre la Tierra y el Sol) dependiendo del lugar donde esté. Los numerosos cuerpos enanos que orbitan alrededor del Sol y que siguen una trayectoria fuera del Cinturón de Kuiper fueron los responsables de este descubrimiento. Como se ve en la imagen, todos estos asteroides están desviados a la izquierda, dejando un gran espacio a la derecha. Esto se debe a la influencia gravitatoria que tiene el noveno planeta sobre los astros más pequeños. Tales alteraciones no podían ser fruto de la casualidad, ya que las posibilidades son de 1 contra 15.000.
Por ahora sólo hablamos del noveno planeta en términos matemáticos, a día de hoy es muy difícil, por no decir casi imposible, observar este misterioso astro, debido a la distancia a la que se encuentra y a la poca luz que le llega. Así que tendremos que esperar a que se acerque más a nosotros para poder confirmar su existencia o inventar algún telescopio más potente que los que existen a día de hoy.

Las ondas gravitacionales, una nueva forma de mirar al Universo.

Y para terminar el tema más reciente, un descubrimiento que cambiará, mejor dicho, que ha cambiado nuestro forma de mirar al Universo: las ondas gravitacionales. En 1916, Einstein ya había predicho la existencia de estas ondas en su Teoría de la Relatividad, pero no ha sido hasta el 11 de febrero cuando su existencia ha quedado confirmada. Según Albert Einstein, estas ondas serían originadas por los cuerpos más violentos del cosmos que liberarían parte de su masa en forma de estas ondas. Sin embargo, él pensaba que nunca las llegaríamos a detectar porque se originan muy lejos de nuestro planeta. Y aquí estamos, tan sólo un siglo después, publicando una entrada sobre su descubrimiento.

Recreación de dos agujeros negros colisionando.
(Fuente: www.wikipedia.org)


El equipo de LIGO (un gran instrumento óptico de increíble precisión) ha detectado unas ondas gravitacionales producidas por la colisión de dos agujeros negros. Cuando estos dos cuerpos colisionaron, ambos liberaron parte de su masa en forma de ondas, incluida una energía equivalente a millones de billones de bombas atómicas.
Estas ondas, similares a las producidas cuando tiras una piedra (colisión de los agujeros negros) en un estanque, son capaces de alterar el espacio-tiempo, eso sí, de forma muy leve. Cuando ocurre un fenómeno de este tipo, el espacio-tiempo que hay alrededor se modifica. El paso de las ondas (que viajan a la velocidad de la luz) puede cambiar el espacio entre dos planetas, además de dilatar o contraer el tiempo, haciendo que pase más despacio o se acelere. Al igual que en el agua, estas ondas, a medida que se alejan de su centro, van perdiendo intensidad y sus efectos son menos adversos. Por ello, las posibilidades de que un suceso como la colisión de dos agujeros negros, dos estrellas de neutrones girando entre sí a gran velocidad, o una supernova especialmente masiva, ocurra lo suficientemente cerca de la Tierra para notar sus efectos es casi imposible. Podemos estar tranquilos.
La humanidad ha obtenido un nuevo sentido para estudiar fenómenos de este tipo. Gracias a las ondas, los científicos podrán estudiar secretos del Universo que hasta el día de hoy eran invisibles, aumentando el 5% de conocimiento que tenemos sobre nuestro maravilloso y extraño hogar.