‘El plástico es mi basura preferida’. Entrevista Marta Barberà

Por Yve Ramírez @ecocosmopolita

Mi caballo de Troya

Explícalo tú a los lectores, Marta: ¿Qué es 2nd Funniest Thing?

Yo lo definiría como un caballo de Troya.

El plan es el siguiente: en Internet hay un gran número de personas a las que le gustan las tendencias, la moda, el bricolaje, el bonitismo visual, y a mí me gusta mucho todo esto también, ¡muchísimo! Yo me encandilo con cualquier cosa preciosa, la parte visual me atrae mucho. Por eso decidí crear un blog que ofreciera ese tipo de contenidos, pero por debajo, entre líneas, también hablara de unos principios de sostenibilidad que yo creo que son necesarios.

Pensé que sería una forma bonita de compartir ideas sobre vida sostenible sin directamente ir al trapo. Si de vez en cuando pesco a alguien que no estaba en esa onda, ¡bien! Bien, porque estamos creando conciencia ecológica. Y no quiero ir al trapo directamente porque no quiero comer ollas, no quiero ser moralista, no quiero juzgar, no me identifico con eso. Yo creo que aporto más si digo "señor, constrúyase las cosas. No tiene por qué comprarlas a cualquiera que las está fabricando con mujeres de, yo qué sé, 16 años, en Bangladesh."

Así que 2nd Funniest Thing es un proyecto que engloba un blog de tutoriales, donde encontrarás explicado paso a paso cómo hacer un montón de cosas: ropa, accesorios, muebles, (todo vale, tus manos son capaces de hacer de todo). También comparto muchos contenidos técnicos sobre cómo conseguir hacer todo eso, porque mi propuesta es que nos pongamos serios y ambiciosos. Lo que vas a encontrar en el mercado, a nivel profesional, también lo puedes lograr tú a nivel doméstico.

Desde hace cinco años también hago talleres, porque los blogs molan mucho pero el tú a tú también, y contagia mucha energía. Al principio los anunciaba como "talleres en tu casa o en la mía". Muy friki: iba a casa de la gente o ellos venían a la mía, como si fuera un ligue. Y es que es un ligue al fin y al cabo, meterte en casa de alguien. [risas a todo dar]

Con el tiempo empecé a ofrecer los talleres en centros capaces de congregar a otro colectivo de personas.

Todos somos crafters

¿Crafter desde siempre?

Sí, pero como muchas personas. ¿O acaso no todos en casa hemos mamado y hemos absorbido de un abuelo, una madre, o aunque sea el vecino que era manitas, o que cosía, o que incluso cocinaba? (Porque cocinar también es hacer).

¿Alguien que haya sido una influencia especial?

Sí, tengo mucha suerte y muchas influencias muy buenas, todas familiares. Mi padre debía pensar que yo era un peón de obra porque me ponía a hacer bricolaje desde que era una niña. "¡venga niña, a pintar y a serrar!". Mi madre quizá no me influyó en una disciplina en concreto, pero sí me abrió los ojos al hecho de saber, conocer, aprender, ser curioso. A tener cultura, porque eso te hace ser más libre. De mi abuela heredé todo el tema de la costura (es una costurera increíble) y de mi abuelo heredé el querer la tierra y aprender que de ahí comemos, con eso nos calentamos y que de ahí salimos.

¿Y la parte más ecologista te viene de tu abuelo?

De mi abuelo y paradójicamente, de mi marido, porque en mi familia todo el mundo es muy echado para adelante y se arremanga a hacer lo que sea, pero en mi casa nunca han reciclado. Nunca. Reutilizaban por sentido común y en el caso de mis abuelos, seguramente por herencia de la postguerra, porque tocaba, porque no había más recursos.

No sé si fue al año de independizarme con mi novio que él me dijo: "Oye, vamos a reciclar" y yo le dije "Pues vale". Y de repente fue como si las orejas se me abrieran, como pasa siempre cuando conectas con algo y de pronto empiezas a darte cuenta de todos los inputs que te están lanzando información sobre eso, te empiezas a informar y empiezas a crear tu criterio. Empecé a sensibilizarme y a preguntarme, ¿y qué pasa si no reciclo?, y cuando reciclo ¿qué pasa?, ¿prefiero reciclar o prefiero reutilizar?, ¿o prefiero directamente no conseguir eso que se necesita reciclar?

Pase por las etapas de negación, aceptación, duelo, todo eso, y estuve muy conspiranoica, pensando que todo era una mierda, que no había salvación, el mundo va a explotar. Afortunadamente fue solo una etapa, la superé, y me ha abierto la sensibilidad incluso a otros temas, que afortunadamente he incorporado en mi vida y que también trato de trasladar a través de 2nd Funniest Thing.

Siempre hay una cosa que, como que te abre, te conecta y después es una cadena.

Sí, es inevitable y es lógico. Antes mi vida antes era trabaja trabaja, trabaja, trabaja, llega destrozada a casa, haz el tuper para dormir al día siguiente, al día siguiente trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, y el fin de semana vete de fiesta para olvidarlo todo. Yo como tantísima gente, y cuando vives así, no hay lugar para la información.

Renacida

¿En qué trabajabas antes?

Uy ¡nada que ver con lo que soy ahora! Era product Manager para una empresa de la industria farmacéutica. [Carcajadas de La Ecocosmopolita]. Trabajaba para el mal. Bueno, para el mal no, pero para unos cuantos demonios. Y acabé súper mal. Era tal vez el 2009, en plena efervescencia de la crisis española, y estaba trabajando jornadas de 12 horas. Al final mi cuerpo dijo ¡basta!, me dieron unos cuantos ataques de ansiedad, y fue como que "yo no puedo más, tengo que parar" y dejé el trabajo. Internamente estaba muy mal. Y un día un psicólogo me recomendó que ocupara mi cabeza en alguna cosa "porque tú eres muy activa". Y yo pensé, "voy a hacer un blog de tutoriales" y así empezó todo, por distraerme.

¿Tienes una basura preferida?

El plástico es mi basura preferida, porque es el reto más jodido. El cristal dura muchísimo más años que el plástico, puede llegar a durar miles de años literalmente, pero es mucho más recuperable, es mucho más apreciado y lo entendemos más como un material más noble. No te dan pajitas de cristal para tirar, por ejemplo. No consumimos objetos de cristal (o de metal) que vayas a usar tres segundos en tu vida. De plástico sí. Y lo del plástico me tiene muy preocupada porque nos rodea desde que nacemos. Es especialmente difícil de procesar, tanto para fabricarlo como para reciclarlo. Y especialmente tóxico, va de la mano de varias enfermedades.

Es mi basura favorita porque supone un gran reto (los retos me ponen), y porque aunque tiene toda esa parte de demonio, no se puede negar que tiene una parte muy buena: es barato, ligero, fácilmente almacenable, tiene mucha durabilidad, es bonito, puede ser elástico, puede dar mucho de sí. No voy a negar la evidencia. Es que en su origen era un invento cojonudo, lo que pasa es que luego empezamos a servir cafés en un vasos de plástico de usar y tirar. ¿Cuánto dura una botella de agua? Le doy un buen trago y me la bebo tal vez en segundos, la dejo en el punto de recogida y la reciclamos. Pero ¿y si la puedo convertir en algo que me va a acompañar por mi vida durante 4 o 5 años más? Igual es súper tonto y súper absurdo en términos de lo que dura el planeta, pero a lo mejor yo me siento mejor y siento que estoy respetando mis propios principios.

¿Y has logrado reducir tu basura en casa?

¡Muchísimo! Y me han ayudado blogs como el tuyo [rubor Ecocosmopolita]. Porque, que sepas, tu post en Instagram es culpable de que ahora sea cliente de Sabons y Cosmètica Marilò, ¡que es la caña! Me encanta, me encanta que estemos recuperando el granel, -primero porque me encanta todo lo retro y vintage, y esto me parece un concepto muy vintage, comprar porque compramos como compraban nuestros abuelos- y, bromas a parte, porque es muy congruente con las personas que buscamos una vida sostenible, que somos muchos y me consta que estamos creciendo.

¿Y la gente que te sigue? Crees que hay esa sensibilidad, que hay una transición de la estética a la ecología?

Mi idea creo que será parcial, pero gracias al feedback que me dan las redes y el blog, y sobre todo al contacto que me dan los talleres, creo que un 60 o 70% de la gente que participa en mis talleres tiene sensibilidad con la sostenibilidad. Aplicada a lo que sea y desde el ámbito que sea, ahí no me meto. Y también hay mucha gente que quiere divertirse de forma creativa, con un poquito de DIY en plan guasón, y me encanta porque aunque no sean conscientes, en el momento en que tunean una camiseta y la llevan tres años más en lugar de correr a comprarse otra, están creando un acto sostenible. Y ese precisamente es mi caballo de Troya.