Tenía olvidado ese tema aunque siempre me ha preocupado la relación que puedan tener los productos tóxicos sobre el sistema nervioso del niño y los trastornos del desarrollo (autismo, TDAH, pervasive disorders, etc.). En los niños, la exposición a mínimas cantidades de plomo puede causar varios problemas con el desarrollo tales como discapacidades de aprendizaje, déficit intelectual, y problemas con el habla, la audición, el lenguaje y el comportamiento, que pueden afectarle durante toda la vida. También en adultos expuestos a niveles reducidos de plomo se ha asociado un mayor riesgo cardiovascular, y podría afectar a la función cognitiva.
Ahora, tras el control ambiental del plomo, el entorno ha mejorado en España y descenso del este metal en sangre también. Buena noticia pero el CDC nos avisa de que en EEUU, en donde su preocupación por este tema ha sido encomiable, el 2.6% de niños entre 1-5 años sus niveles de plomo en sangre son demasiado altos. En parte es debido a que ellos son más estrictos que la OMS en la normativa de la plumbemia y las condiciones sociales, calidad de la vivienda, ingresos económicos, nutrición y otros factores.
La entrada de plomo en el organismo puede ser pon inhalación e ingestión y las fuentes son múltiples y, alguna, sorprendente como el barro o la cerámica. Tengo en casa una vajilla de mi abuela y no la usaré más.