El poder de la efectividad

Publicado el 04 marzo 2012 por Marianofusco

El Manchester United sobrellevo muy bien la presión que le significó visitar White Hart Lane sin margen de error y obteniendo con mucha suerte una valiosísima victoria ante el Tottenham (3-1) logró volver a posicionarse a solo dos unidades del City.

La victoria que necesitaba, el cuadro que conduce Alex Ferguson estuvo lejos de conseguirla con merecimiento y brillantez. Esta vez no hubo nada de eso y si el equipo ganó siendo inferior a su rival y por un margen tan amplio fue pura y exclusivamente por obra y gracia de la efectividad.

Solo en dicho aspecto fue superado el Tottenham, que tanto en un tiempo como en el otro desperdició chances claras para convertir y vio completamente reducidas sus posibilidades de llevarse lo que realmente merecía sufriendo goles que poco tenían que ver con lo que sucedía en el campo.

Colectivamente deficiente, el United se vio favorecido de las brillantes intervenciones de David De Gea y transformó en gol tres de las cuatro opciones que tuvo, adelantándose en el marcador segundos antes del cierre del primer tiempo y sentenciando definitivamente el choque al inicio del complemento.

El primero en vencer a Brad Friedel no fue otro que Wayne Rooney, quien aprovechando muy bien el primer corner que tuvo el equipo dejó sin efecto la marca de Kyle Walker e hizo efectivo su decimoctavo tanto en lo que va de la Premier League con un muy buen cabezazo.

Ya en el segundo tiempo, el que hizo su aparición fue Ashley Young, quien en un lapso de ocho minutos anotó el segundo y el tercero, primero aprovechando un rebote corto de Friedel tras un muy buen centro de Nani (previa distracción del Tottenham en un lateral) y luego despachándose con un derechazo a colocar realmente extraordinario.

De poco sirvió el tanto posterior de Jermain Defoe, el cual terminó llegando demasiado tarde para el once que dirige Harry Redknapp. El Manchester United fue superado y jugó realmente mal, pero siendo sumamente efectivo se llevó la victoria que había ido a buscar. A falta de once jornadas para el final, las pocas dudas que podían haber ya no existen. El título no saldrá de Manchester.