– Cuando John Sculley aún estaba al frente de Apple, en una de sus conferencias dijo: «Todo lo que hemos aprendido en la era industrial se ha orientado a crear más y más complicaciones. Pienso que ahora, cada vez más personas están aprendiendo que es necesario simplificar, no complicar. La simplicidad es la máxima sofisticación».
– Durk Jager, responsable de Procter and Gamble, decía al Business Week: «Resulta incomprensible hasta qué punto se lo hemos puesto difícil a los consumidores con el paso de los años». Y se preguntaba: ¿El mundo necesita 31 variedades de champú Head and Shoulders? ¿O 52 versiones de dentífrico Crest? Merece recordar aquí al psicólogo Barry Schwartz, Profesor de Swathmore College y autor del libro «The paradox of choice: why more is less» (ver post ¿El pragmatismo nos hace más felices?).
– Jack Trout dice: «Uno de los secretos de los gurús es empezar con una idea obvia, simple y sencilla, y luego complicarla». Un comentario de la revista Time sobre un libro de Stephen Covey expresó muy bien este fenómeno: «Su genialidad es complicar lo obvio, y como resultado sus libros son gráficamente caóticos. Los diagramas se salen de la página. Las anotaciones y los recuadros desmenuzan los capítulos en trozos fácilmente digeribles. La prosa está repleta de frases positivas -delegar, modelar, vincular, gestor de cambio- sin las cuales sus libros se desinflarían como un neumático pinchado. Utiliza más puntos de exclamación que Gidget».
– Bill Gates durante una visita a la Harvard Business School dijo: «El problema con ustedes es que lo que llaman examinar el entorno yo lo llamo hablar con la gente».
– Jack Welch, en una entrevista en la Harvard Business Review, decía: «Los directivos inseguros crean la complejidad. Los directivos asustados y nerviosos utilizan libros de planificación muy gruesos y complicados, y diapositivas llenas de todo lo que han aprendido desde su infancia. Los líderes de verdad no necesitan confundir. La gente debe tener la confianza en sí misma para ser clara, precisa y estar segura de que cada persona en su organización, desde la más importante a la menos, entiende cuál es el objetivo básico del negocio. Pero no es fácil. Es increíble lo difícil que es ser simple para la gente; cuánto miedo le da ser sencilla. Les preocupa el hecho de que si son simples, los demás pueden pensar que son tontos. En realidad, claro está, es justo al revés. La gente con la mente más clara y preparada es la más simple».
– El Dr. Rudolf Flesch, autor de "El arte del discurso claro" (The art of plain talk) decía que «si la gente de negocios escribiera como habla, escribiría mejor». El enfoque de Flesch funcionaría de esta manera si se respondiera a una carta: «Gracias por su sugerencia. Pensaré en ello y le contestaré en cuanto pueda». El estilo más común es: «Su correspondencia ha entrado en nuestro registro en el día de hoy. Hemos leído con atención su interesante sugerencia. Una vez que dispongamos de tiempo para analizarla y darle la debida consideración, le haremos llegar nuestras conclusiones».
– Peter Drucker afirmaba: «Una de las tendencias más negativas de los últimos cuarenta años es la idea de que si la gente le entiende es usted vulgar. Cuando yo era joven se daba por sentado que los economistas, los físicos, los psicólogos -los líderes en cualquier disciplina- debían hacerse entender. Einstein dedicó años, con la ayuda de tres colaboradores distintos, a hacer que su teoría de la relatividad fuera comprensible para el hombre de la calle. Hasta John Maynard Keynes se esforzó en hacer que su teoría económica fuera lo más accesible posible».
– Rupert Murdoch afirmaba: «¿Gurú? Te encuentras alguna joya de vez en cuando. Pero normalmente todo es bastante obvio, sabes. Vas a la sección de negocios de la librería y ves un montón de títulos maravillosos, gastas 300 dólares y luego los tiras todos a la basura».
– Douglas Rushkoff, autor de la crónica de la cultura pop Cyberia, decía: «Los futurólogos hacen que sus clientes tengan miedo, y luego les explican que ellos tienen el conocimiento secreto que les puede salvar»
Otras frases interesantes recogidas en el libro son:
– “No sabe más el que más cosas sabe, sino el que sabe las que más importan” (Bernardino de Rebolledo).– “Ser sabio es el arte de saber que hay que pasar por alto” (William James).– “Le di un presupuesto ilimitado y lo excedió” (Edward B. Williams).– “Somos informativo obesos y con poca musculatura informativa” (J. L. Aranguren).– “Lo que tenemos que aprender a hacer, tenemos que aprender haciéndolo” (Aristóteles).– “Un líder es un negociador de esperanzas” (Napoleón).– “Aquel que pueda ver tres días delante será rico tres mil años” (Proverbio Japonés).– “Los negocios creados para el servicio son válidos para obtener el éxito, los negocios creados para los beneficios económicos son aptos para fracasar” (Nicholas Murray).– “Los que viven para los números, mueren por los números” (Trout and Partners).
– “No tenemos una necesidad desesperada de crecer, tenemos un deseo desesperado de crecer” (Milton Friedman).
– “La idea de que el crecimiento puede ser paralizante, malsano o patológico no se toma en consideración” (Fritjof Capra).
– “En la mayoría de las empresas la alta dirección es leche desnatada, nos sorprenderíamos de los resultados de sus test de inteligencia” (Jack Trout).
– “Fortuna te dé Dios que el saber poco vale” (Refranero).
– “Es mejor ver una vez que oír cien veces” (Gorbachov a Regan en su primera visita a la URSS).
– “El dinero es un señor terrible pero un excelente siervo” (P. T. Barnum).
– “Aunque esté en el camino correcto le pasarán por encima si se queda sentado” (Alfred Sloan).
– “Cambiar y mejorar son dos cosas distintas” (Proverbio alemán).– “Algunas empresas cambian lo que hacen bien para conseguir el futuro que quieren, esto es un grave error” (Scott Adams).
– “Posesiones, éxito, publicidad, lujo; para mí siempre han sido dignos de desdén. Yo creo que una forma de vida sencilla y sin presunciones es mejor para todo el mundo, mejor para el cuerpo y la mente” (Einstein).