El poder de los centros comerciales

Publicado el 26 octubre 2014 por Airin
Es un hecho la influencia que ejercen los centros comerciales sobre nuestra persona y sobre la forma que tenemos de socializar. Desde siempre, nos han vendido la idea de que estos macro edificios son la combinación perfecta de las compras y la diversión. En realidad, este binomio no es más que la fórmula para manternos dentro de sus paredes el mayor tiempo posible, ya que cuanto más tiempo pasemos en un centro comercial, mayores serán nuestras compras.
¿Por qué los centros comerciales son espacio cerrados? No es por lo lo del aire acondicionado ni mucho menos, sino para que todas las tiendas estén abiertas, sin puertas, ya que el hecho de tener que abrir una puerta para entrar en una tienda no es nada motivador. En cambio, si no hay puerta alguna que abrir sólo hay que caminar y dejarse llevar. Otros elementos importantes son el aire, la luz y la temperatura. Todos estos elementos tienen que estar en armonía para que nos sintamos a gusto, y quien sabe, podemos acabar comprando algo que no teníamos planeado. Este concepto de compra impulsiva está más que estudiado, y por ello, los arquitectos tratan de diseñar centros comerciales que nos hagan sentir parte de algo, de una comunidad. El diseño de los centros comerciales, ha hecho que se vean estos eficios como lugares de culto, como las iglesias, ya que han adoptado elementos del simbolismo religioso. Los techos de estos centro neurálgicos de las compras son tremendamente altos para hacer sentir a uno pequeño. El agua es otro elemento que simboliza la purificación, el dejarse llevar, sin olvidarnos de la luz, que simboliza la energía a través generalmente de una claraboya en lo alto. También están presentes los árboles, los cuales transmiten seguridad y trascendencia.
Ahora bien, la pregunta clave sería ¿nos estamos realizando a un nivel profundo con tan sólo acumular cosas? Hoy en día estos centros comerciales son espacios colectivos, como lo son los estadios de fútbol.
Antiguamente, una comunidad se formaba en sus calles, en su centro urbano. Hoy en día no, uno se aleja de la urbe para adentrarse en esa micro sociedad consumista. Sociedad diseñada para que uno se pierda, con diseños imposibles, numerosos pisos y ascensores y escaleras eléctricas por doquier. Pero en realidad no hay tanta libertad como aparenta. De hecho, no se pueden tomar fotos ni filamr dentro de los centros comerciales, ya que esa ilusión de apertura no es sino una propiedad privada muy controlada. Estamos ante el lema de generar beneficios.
Por otra parte, los centros comerciales evolucionan en paralelo a las distintas sociedades. Ya existen centros de ocio sólo para las clases más altas y elitistas, como en Dubai. Pero si nos sumergimos de lleno en la tremenda rapidez con la que se construyen centros comerciales cada vez más grandes y espectaculares, no debemos olvidar todos aquellos que han sido abandonados por esta misma causa. Cada vez hay más centros comerciales abandonados de la mano de dios, como muestra de lo que en su día fueron.
El caso de los c.c (ya para abreviar) en la India es escalofriante. Hace años, unos cuantos funcionarios lanzaron una campaña para cerrar miles de pequeños comercios ya que según decían, eran el origen del caos urbano que gobernaba Nueva Delhi. Aunque estos pequeños comercios hubieses pagado sus impuestos religiosamente durante generaciones, se cerraron provocando las primeras manifestaciones contra los centros comerciales, por que al final, tan sólo era una estrategia para que estos centros comerciales ganasen más beneficios con la eliminación del pequeño comercio.
El que se sigan contruyendo c.c en la India da lugar a un mayor empobrecimiento y la progresiva desaparición de la clase media. India tiene problemas de agua y con los servicios sanitarios que no alcanzan a toda la población, y sin embargo se siguen construyendo c.c sólo para el beneficio de unos pocos. Un ejemplo de ello, es que quieren convertir la reserva natural de los Montes de Delhi en un c.c. El valor de esa tierra era de 5.000 millones de dólares y fue vendido a los dueños del c.c por la venteaba parte, es decir, por 250 millones de dólares, por lo que al final estos sujetos hasta ganaron dinero con la transacción.
En definitiva, cuando nos adentremos en un centro comercial debemos de ser conscientes que es un invento para hacernos consumir, que al final, es lo único que importa en esta sociedad capitalista. Consumir aunque no tengas ganas, o consumir por que "tengo la necesidad" de consumir.