El poder de los mercados financieros está basado en las mareantes cifras de dinero que mueven en un entorno mundial y de manera inmediata. La novedad es que operan en todo el mundo 24 horas todos los días del año. La mundialización de procesos y operaciones impide prácticas anteriores abriendo una nueva etapa, por ejemplo, impide que una decisión política tomada en un solo país respecto a una subida de impuestos a la banca, a los ricos, o aplicar la Tasa Tobin, pueda tener resultados positivos si no es igualmente implantada en un conjunto de países suficientemente amplio y homogéneo. La globalidad de los mercados obliga a los poderes políticos a actuar globalmentesi quieren restablecer un nuevo equilibrio de poder que están perdiendo, ya que la intervención nacional es inútil.
La relevancia de la crisis internacional que estalló en 2007, viene dada por la gigantesca expansión y fuerza descontrolada de los mercados financieros en un mundo nuevo, diferente a lo anteriormente conocido, por tanto, los poderes mundiales luchan por nuevos equilibrios. Los cambios se apoyaron en ingentes sumas de capitales en continuo movimiento, en las matemáticas aplicadas a la economía financiera que pusieron en marcha múltiples y ultramillonarios instrumentos financieros, repetidamente vendidos sin controles suficientes ni soportes de riesgos que cubrieran los derivados. Productos a la venta y mecanismos de elaboración, colocación y evasión de riesgos, dieron un salto adelante con el desarrollo informático, en un mundo globalizado marcando diferencias respecto al capitalismo tradicional.