Por ello, el hecho de que las marcas regalen algo es una estrategia muy agresiva y en muchas ocasiones eficaz. De hecho, ya digo que aunque sea una pequeña tontería, el consumidor presumirá de que no le ha costado nada con los típicos: era gratis, ya pero no me ha costado nada, pss me lo regalaban ¿así que porque no? Eso sí, no hay que equivocarse, una cosa es que ponga "gratis" y otra cosa diferente es que sea gratuito, por ejemplo con su acción más reciente, la marca de palomitas Popitas regala entradas al cine. Pero, ¿de verdad las regala? ¡No! Las regala por la compra de un producto, lo que significa que realmente esas entradas no son gratuitas, ya que tienen una condición monetaria implícita. Justamente por esta transformación que está teniendo el concepto de gratuito, estoy dudando que la campaña de Popitas, que regala entradas al cine por la compra de un pack de 6 unidades tenga éxito. La palabra gratis o regalo, despertará la curiosidad del consumidor pero, ¿conseguirá cumplir las expectativas que esta persona tiene sobre lo que es gratis incondicionalmente y lo que no?