El poema de cada día. Hoy, Conjuro, de Pere Gimferrer (1945)

Por Harendt

CONJURO
Los guerreros más augustos ya son sombrasbajo la sombra del viejo encinar.Cárdena crepita la noche.Latigazos, ladridos, remotos rayos.Chirrían las cornejas en el pozo ciego.Guiarán al manso corcel de hielo.La tormenta. El sol verde de aguas negras.No me conozco. Es un lago el pecho muerto.Bajel de oro, cadalso prieto del día.Mi cuerpo, como la cuerda de un arco.Ya labora el invierno, cuando rasgalas cortinas, teatro del mar.Se enmascara tras las nieblas densas.Arquero negro, detén tu paso.Petrifícase el arquero de azabache.La saeta conoce el derrotero.Palmo a palmo mensuramos la fosa.Fango y hojas nos daban la yacija.Arde y arde el guante de oro del barquero.La laguna, de nieve y azafrán.No pensabas que fuera así de blanca.Ahora vienen las huestes. Cielo allá,las huestes vienen. Verdor de la encinaen los ojos vacíos, de cal llenos.

Pere Gimferrer (1945). Poeta español