LOS AMIGOS
En el tabaco, en el café, en el vino,al borde de la noche se levantancomo esas voces que a lo lejos cantansin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,dióscuros, sombras pálidas, me espantanlas moscas de los hábitos, me aguantanque siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más pero al oído,y los vivos son mano tibia y techo,suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,de tanta ausencia abrigará mi pechoesta antigua ternura que los nombra.
Julio Cortázar, 1914/1984