El poema de cada día. Hoy, Oda a Hölderlin, de Hermann Hesse

Por Harendt

ODA A HÖLDERLIN


Amigo de mi juventud, a ti vuelvo agradecidode atardecer en atardecer, cuando entre los saúcosen el jardín que duerme no suena másque la fuente susurrante.Ya nadie te conoce, amigo; en estos nuevos tiemposmuchos se han alejado del silente encanto de Grecia,sin plegarias ni dioses,y sin alborozo el pueblo camina sobre el polvo.Pero en una secreta bandada de fervientes ensimismadosa los que Dios llenó el alma de añoranzatodavía resuenan las cancionesde tu arpa divina.Cansados del trabajo regresamos prestosa la extasiante noche de tu canto,cuyas ondeantes alas nos protegencon un sueño dorado.Nuestra eterna nostalgia,que nos conduce a los templos de los griegos,más nos encanta con el ardor encendido de tu canción,más dolorosamente arde en pos de aquellos sagrados tiempos pasados.Hermann Hesse (1877-1962)Poeta alemán