ODA AL CENTRO COMERCIAL
[...] en él el hombre pasa entre bosques de símbolos
que le observan con mirada familiar.
Los nuevos adalides erigieron catedrales
repitiendo hasta la náusea formas -y no espacios-
donde proclamar sus glorias
Dentro no existe la noche ni el día,
en los templos del consumo
los hermosos artificios, las imágenes lumínicas
sacuden, convulsionan al creyente
cuyas cuencas vacías entrevén
en peregrinación semanal la tierra prometida;
y se arrodillan y rezan al Saint Laurent,
cuya radiante distinción descienda sobre todos nosotros,
Los elegantes lebreles adiestrados
ya reconocen cafeterías
y marcas clonadas por todo el planeta,
Las grandes cadenas repiten
a lo largo y ancho del globo
una misma música y un idéntico orden
de la vestimenta por tonalidades
que hace experimentar a sus clientes
una estabilidad estética
Caminemos por las grandes superficies
al amparo de los símbolos del Capital
para sentirnos en casa. Sus signos
lo reconocible, lo inmutable,
Bienvenidos, recién nacidos, al hogar. Papá y mamá
Carabelas aéreas vuelven a atravesar los continentes
es el mismo en todas partes.
No podréis huir ya pequeños lebreles
de vuestra casa paterna
Maribel Andrés Llamero (1984)